En la ultima reunión del CIL ocurrida en el elegante restaurant CLO-CLÓ en Buenos Aires un representante de una láctea importante dijo ¨nosotros vamos a seguir aumentando el precio al productor, necesitamos recuperar mas de 600.000 litros que se fueron perdiendo en los últimos meses y además estamos convencidos que la única forma que la lechería crezca es con buenas rentabilidades…
La sorpresa se dibujó en todas o casi todas las caras que estaban, y estaban todos. Después cuando cada uno daba su opinión, algunos tímidamente, otros mas enfáticamente, decían que sus empresas no solo no podrían subir sino que tendría que bajar el precio. Algunos 10 centavos en diciembre y 20 centavos en marzo.
Eran películas tan distintas que muchos no sabían a quien creerles.
Algunas lácteas están acostumbradas a que sus números estén pintados de rojo, y siempre logran encontrar algún salvavidas, créditos, postergaciones de pagos, etc. Pero hay otras que sus dueños no aceptan tan fácilmente dar quebrantos. Y eso es lo que trajo esta navidad. Muchas van por dos o tres meses en rojo, los stocks subiendo aceleradamente, el Banco Nación limitando financiación, el costo financiero cerca del 30%, ATILRA exigiendo el bono de 3500 $, el gobierno moviendo los precios cuidados como si la inflación anual fuera del 10%, los rusos cortando todas las compras que habían realizado de quesos, la leche en polvo a 2500 u$s.
Para esta fecha los empresarios ¨bajaban la persiana¨ hasta por lo menos el 6 de enero, pero este año la cosa es distinta. Hasta el que había dicho que ellos iban a subir el precio se desdijo en un rato diciendo ¨bueno no creo que bajemos pero seguro que en diciembre vamos a mantener, enero veremos¨.
En estos días todo se aceleró y ya en la calle hay empresas que empezaron a anunciar bajas de hasta 10 centavos en diciembre y previendo el tsunami de menos 20 centavos en enero.
Parece que perder plata les duele, pero perder mucha plata y sin ver que esto cambie en los próximos meses, les duele mucho más y los hizo reaccionar.
Lo importante sería entender quien de la cadena se está llevando la mejor parte, o como decía el libro de Spencer Johnson ¨Quien se ha llevado mi queso?¨.
