Los trabajadores del campo que participan en la V Feria de Maturín, que se efectúa en el parque Chucho Palacios, coincidieron en que es el momento de invertir para salir de la crisis.
Rosa Boutto es profesora universitaria jubilada de la Universidad de Oriente (UDO). Al igual que su esposo, siente una pasión por las actividades del campo. Por eso ambos adquirieron una finca en las afueras de la ciudad de Maturín, capital del estado Monagas.
Después de la muerte de su marido, se empeñó en seguir con la finca en la que siembran maíz, cría ganado bovino y una serie de animales, entre ellos 35 ponys, que los utilizan en el parque de contacto que montó en un espacio especialmente diseñado para la actividad.
“La actividad de contacto para pequeños y grandes no la realizo solo en la finca, sino que la puede montar en espacios como los de las ferias. Lo que se requiere es por lo menos cinco días funcionando para recuperar la inversión. Porque acondicionar un espacio itinerante de contacto requiere muchos detalles”, manifestó esta emprendedor entusiasta.
Además de los tres empleados que trabajan y viven en la finca con su familia, a Boutto le ayuda en las labores del campo su hijo que es odontólogo y su hija abogada, junto a sus nietos. “Mis hijos trabajan en la mañana en su consultorio y en la tarde se vienen a la finca que queda a solo 15 minutos de Maturín”, explicó.
Contó que todos los ahorros que tenía los ha invertido en el campo. Tiene planes de adquirir una cosechadora y ya preparó el terreno para sembrar dos hectáreas de maíz. “A pesar de las dificultades seguimos trabajando para cosechar los frutos en el futuro”, expresó la ganadera que tuvo que realizar un esfuerzo extraordinario -tiene dañado uno de los camiones- para exponer sus animales en la V Feria Agropecuaria del estado Monagas que se lleva a cabo desde el jueves 5 hasta mañana 8 de mayo en el Parque Ferial Chucho Palacios, ubicado en la ciudad de Maturín.
OPORTUNIDADES
En el encuentro ferial de la capital monaguense, se pudo constatar el entusiasmo de los cerca de 50 ganaderos que se dieron cita. Ponis, caballos de paso, ganadería de ocho estados del país y hasta ovejos de la Sierra de Perijá se dieron cita en el Chucho Palacios.
“Sigo invirtiendo porque mi pasión es la ganadería y tengo que mejorar mi rebaño, por lo que es necesario renovar la genética y optimizar la alimentación de los animales”, manifestó Rubén Rodríguez.
Los ganaderos coincidieron en que este tiempo de crisis es una oportunidad para prepararse para incrementar la producción. Las estimaciones de los afiliados a la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan) es que con las lluvias se puede mejorar la producción de leche en 20%.
Esto es posible si se mejoran los pastos y se optimiza el manejo del rebaño en espacios acondicionados para tal fin, evitando la ganadería extensiva, porque de esta manera se adelgaza y agota el ganado, expresó Jesús Javier Palacios.
Ejemplares de excelente factura desfilaron por los espacios feriales del Parque Chucho Palacios. Las ganaderías mostraron sus mejores animales de las razas senepol, gyr, holtstein, brahmán, guzerat y la Carora que destacó en esta quinta edición.
DESDE LA SIERRA DE PERIJÁ
La raza caroreña es la ganadería criolla por excelencia, por eso en esta edición de la feria se expusieron muchos ejemplares que se evalúan con la finalidad de intercambiar experiencias de cría entre los ganaderos.
Con el intercambio de ejemplares, que se transan en bolívares, se mejoran los rebaños de las ganaderías, por lo que es necesario efectuar inversiones que después se ve retribuida con mejores rendimientos en la producción de carne y de leche.
Ala feria de Monagas vinieron ganaderos de la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, y de Falcón. “Llegar a Maturín con el ganado les llevó tres días, por lo que hay que resaltar este esfuerzo”, dijo el presentador durante la muestra de la feria.
Una ganadería trajo chivos y ovejos, un ganado que ha dado un excelente resultado por su adaptabilidad a las tierras de áridas de la Sierra de Perijá y de la península de Paraguaná.
“Esta feria se efectúa con gran esfuerzo porque ante la falta de forraje y alimento concentrado para animales, se requiere una logística y cuidado articulado de manera que rindan los insumos”, aseveró el ganadero Leonardo González, cuando alimentaba a los animales en los establos del recinto ferial.
