Las “últimas crisis de precios también se han ‘tocado’ con crisis climáticas”, lo que constituye “un dato del nuevo escenario de la lechería internacional (…) mucho más globalizado y uniformizado, en costos, en precios”, sostuvo.
Agregó que este cuadro de situación “le imprime al Uruguay una exigencia de competitividad que, hasta ahora, quizás no la había visto tan fuerte y tan marcada”.
El Ing. Chilibroste -un docente e investigador especializado en lechería- afirmó que no visualiza “otra salida” que una “que tenga en su base una mejora significativa en competitividad en los aspectos básicos, del uso de la tierra, el uso de la mano de obra” y “el propio capital”.
“Si Uruguay va a seguir siendo lechero en un mundo en el que producir alimentos pareciera ser que seguirá siendo un buen negocio”, es necesario que “el contexto económico, de mercado, de relaciones comerciales en que se inserte la lechería sea también más favorable”, indicó en El Mercado Agropecuario.
Explicó enseguida que esto “tiene que ver con los costos estructurales, con los costos de los servicios, con la inserción (comercial) del país” y opinó que el desarrollo de la competitividad del sector implica “un mix de ajustes” a “distintos niveles”, incluyendo la producción primaria, la fase industrial y el propio complejo, tomado como tal, en su conjunto.