Un gran ejemplo uruguayo: el sector lácteo

Conaprole exportó a Venezuela, 26.000 toneladas de leche en polvo a USD 3.770 la tonelada.
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Conaprole exportó a Venezuela, 26.000 toneladas de leche en polvo a USD 3.770 la tonelada.
Esta semana se le dio media sanción en el Parlamento a un proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo, mediante el cual se procura contribuir a encontrar soluciones a la situación generada con las empresas lácteas que han exportado a Venezuela, Calcar, Claldy, Conaprole y Pili. Como es público y por la situación de crisis económica que existe en Venezuela, país en el cual sus ingresos de exportaciones, el 96 % radica en la exportación de petróleo y como se sabe el precio de este producto ha descendido en porcentajes muy importantes, casi un 60% menos que hace pocos meses.
Esta situación generó, una situación excepcional, el retraso, el no pago, en los últimos meses de parte de las exportaciones realizadas por las empresas Calcar, Claldy, Conaprole y Pili (leche en polvo y quesos) a Venezuela. Esto llevó a crear un conjunto de mecanismos con el objetivo de facilitar el acceso a financiamiento otorgado por instituciones de intermediación financiera locales por hasta US$ 66:000.000, que era el saldo impago a esas empresas.Hace pocas semanas, Venezuela pagó US$ 30:000.000 y saldó totalmente sus deudas con Calcar, Pili y Claldy. De esa manera el saldo de deuda se redujo a US$ 36:000.000.
Sabemos la importancia que tiene esta cadena agroindustrial en nuestro país desde el punto de vista social, económico y de la descentralización. No se trata de cualquier sector, sino de uno de los más importantes que tiene la economía del país y uno de los principales en la canasta exportadora del Uruguay, en 2015 y pese a la baja de los precios de exportación, los productos lácteos fueron el cuarto rubro de exportación medidos en valor. En los últimos nueve años han representado el 9% en promedio del monto exportado en bienes por el país (algo más de 600 millones de dólares anuales).
Además la cadena láctea tiene un alto impacto desde el punto de vista social y territorial, contribuyendo fuertemente al afincamiento de las familias en el medio rural. La fase industrial emplea unas 5.000 personas, mientras que 15 mil personas se encuentran directamente relacionadas a unos 3 mil predios lecheros remitentes (por residir o trabajar en los mismos).
La cadena láctea se encuentra fuertemente integrada y más del 80% de la remisión se canaliza a través del sistema cooperativo, siendo una de estas cooperativas la empresa privada más grande del país y el principal exportador en valor (Conaprole).
Es decir, que es clara la importancia que tiene este sector para todos los uruguayos. A pesar de lo que ha ocurrido en los últimos meses con relación a la situación generada por este tema, sumado a la caída del precio internacional, la situación climática, etc, etc.No obstante, quiero agregar un elemento central, la seriedad y la responsabilidad con que han actuado tanto las industrias lácteas como los productores lecheros frente a esta situación que, sin lugar a dudas, ha generado muchas dificultades. Reitero: quiero destacar esa responsabilidad con la que han actuado y que tiene que ver con las décadas, no estoy hablando de los diez años de gobierno frenteamplista ni del gobierno que inició Chávez en Venezuela, en que esta cadena agroindustrial ha venido trabajando en la consolidación de un mercado tan importante como el venezolano. Esto no tiene cinco ni diez años. El trabajo que han desarrollado estas industrias para consolidar el mercado más importante que tiene el sector lácteo viene de muchísimas décadas atrás. En algunos casos de unos 40 años atrás.
¿El sector tiene una situación coyuntural compleja? Sí. Basta con repasar los precios del mercado mundial lácteo, no el venezolano, para ver lo compleja que es la situación y, obviamente, el escenario que se ha generado en nuestro país. El Uruguay viene trabajando en ese sentido; el gobierno, el Parlamento, las organizaciones gremiales de productores lecheros, las industrias, la institucionalidad sintetizada en el Instituto Nacional de Leche (Inale), vienen trabajando fuertemente por este sector, buscando distintos niveles de apoyo, y eso es bueno señalarlo porque es lo que ha ocurrido en los últimos tiempos.
Sin duda que esta situación impacta en los productores pequeños y medianos de ganado de leche, los tamberos, y en particular, al precio de la leche que remiten a las industrias; y también por supuesto el impacto negativo abarca al sector industrial.Algunas industrias pagan precios mejores que otras, pero la situación, por la caída de los precios en el mercado internacional, donde se han desplomado los valores de la leche en polvo y quesos, es delicada. El gran desafío es minimizar esos impactos negativos, para proteger a uno de los sectores productivos y económicos del país.
Han caído los volúmenes de exportación, también a Venezuela, que desde hace 20 años es o el 1° o el 2° país importador de estos productos. Pero a pesar de eso, la pregunta que nos haríamos es: ¿cuáles serían los precios de la leche al productor si no se exportara a Venezuela? Voy a citar algunos ejemplos; podría hablar desde el 2000 en adelante, pero me voy a referir al último año, 2015. Las conclusiones serían las mismas.
Conaprole exportó a Venezuela, 26.000 toneladas de leche en polvo a USD 3.770 la tonelada. Ese precio estaba un 53% más alto que el de Oceanía y un 41% que el resto de los mercados, con excepción de Venezuela y Oceanía. ¿Cuál sería el precio de la leche aún, que se estaría pagando a los tamberos, si el mercado venezolano no estuviera participando, a partir de este acuerdo, en la importación de productos lácteos del Uruguay?
Lo mismo podríamos decir respecto a lo que sucedió con los quesos, hablando solo de 2015. Venezuela compró la tonelada de queso a USD 5.380, es decir, un 62% por encima del precio de venta, comparándolo con el mercado de Oceanía. ¿Cuál sería el precio que le pagaría Claldy, Pili y Calcar a los tamberos proveedores remitentes de esas industrias si no se hubiera vendido a Venezuela los volúmenes que se exportaron, parte de ellos a partir del memorando de entendimiento entre los Gobiernos de Uruguay y Venezuela?
Podríamos seguir hablando, por ejemplo del precio de la leche en polvo descremada y de la manteca, que fue de un 31% y de un 63% respectivamente, por encima del precio del mercado internacional.
Esto también hay que decirlo a la hora de hablar de estos acuerdos comerciales que tienen décadas y que ha costado muchísimo esfuerzo consolidar por parte de las industrias y de toda la cadena láctea.
No sé si algún delegado del gobierno va a viajar a Venezuela, pero sí sé que los empresarios del sector lácteo uruguayo, lo he conversado con muchos de ellos, están permanentemente en Venezuela o intentando mantener contacto con ese mercado. ¡Es vital! ¡Ya vimos cuál es la diferencia entre sacar una tonelada de leche en polvo o de queso para otro mercado que no sea el venezolano!
Reitero: por suerte las gremiales, las industrias, el Inale, han mostrado mucha madurez en estos tiempos y fundamentalmente en este momento que ha sido y es, muy difícil para el sector.
También hay que destacar el pago de los US$ 30:000.000, por parte de Venezuela, que en su mayor parte fueron para el sector lácteo, y el esfuerzo que el gobierno y el Estado uruguayo han hecho para apoyar esta cadena tan importante para el país, por las miles de personas involucradas. Creo que lo importante en todo esto y la mayor reflexión que debemos hacer es ver la responsabilidad con que las industrias y la mayor parte de las gremiales del sector han tratado este tema y esta situación.
En ningún momento politizaron el tema, no ideologizaron nunca sus relaciones comerciales. En ningún momento pusieron en riesgo décadas de trabajo para consolidar este mercado. Creo que eso es una enseñanza. Lamentablemente, algunos actores políticos de la oposición pensaron más en lograr tres o cuatro votos tratando de politizar e ideologizar esta situación difícil para este sector tan importante, afectando sus históricas relaciones comerciales con Venezuela y no en cuidar los esfuerzos que han hecho estas industrias durante décadas.
Por lo tanto, además de señalar mi total acuerdo con este proyecto de ley, quiero expresar la necesidad de que sigamos trabajando con mucho esfuerzo, pensando en lo importante que es en estos momentos seguir apoyando al sector privado, en no ponerlo en riesgo frente a algunos planteos que a veces, reitero, politizan estas relaciones comerciales. Debemos seguir trabajando en pro de continuar ampliando las posibilidades que tienen no solo el sector lácteo sino todos los sectores productivos del país, muchos de ellos, en la búsqueda permanente de mayores niveles de exportación.
http://www.republica.com.uy/

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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