Gremial estima que se perderán entre 35 y 40 mil vacas del rodeo lechero.
Pablo Antúnez.
El mes pasado la faena de vacas lecheras cayó 3,7% respecto a octubre, pero sigue 4,7% por encima de la que hubo en noviembre de 2014. Según datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale) en el acumulado anual -son datos hasta el pasado noviembre- se faenaron 15.630 vacas lecheras más que en igual período de 2014, cifra que está marcando un incremento de 18%.
Para el presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche (CUPL), Horacio Leániz, “lo peor de la lechería todavía no ha llegado”, porque según su modo de ver, “febrero y marzo de 2016 van a ser meses muy crueles”.
Leániz dijo a El País que “desde fines de agosto o primera quincena de septiembre, comenzada la primavera, la gente puso un punto muerto. Seguramente a fin de año con las condiciones que previsiblemente van a seguir siendo de enormes dificultades para los meses venideros, habrá un nuevo lote de vacas que van a irse desviando a frigorífico”.
Los precios de los lácteos en el mundo aún no repuntaron y los pronósticos para la lechería mundial son bastante contradictorios. Por eso Leániz estimó que Uruguay perderá 10% de la remisión de leche en el año que está cerrando y eso implica dejar por el camino entre 10% y 12% de las vacas lecheras. Con ese panorama, los tambos deberán impulsar una mejora en la alimentación de las vacas para elevar las producciones, cosa que ya pasó en años anteriores cuando los precios de la leche lo ameritaban.
Con una menor exportación en pie de ganado lechero joven -no se pudo hacer ningún negocio con China en 2015- podría darse “una renovación de stock que se reflejaría a finales de 2016 o en 2017, cuando esas terneras y vaquillonas entren en lactancia”, dice Leániz. “Es posible que el stock adulto disminuya rápido y aparezca un número definitivo fuerte de reducción de vacas del orden de las 35.000 o 40. 000 vacas”, incluyendo de marzo 2015 a marzo de 2016.
Las penurias de la lechería pueden ocasionar que en 2016 haya menor volumen de leche en planta “por la sensación de impotencia, por la pérdida de mercados tradicionales para los lácteos -sin que haya una inmediata sustitución de esos nichos para colocar la producción- y por presión de mejorar la alimentación del rodeo en lactancia para que las vacas produzcan más leche”.
En esta primavera, los tamberos asumieron un costo de producción de leche bajo y con ello, desde la óptica del presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, “compraron un poco de plazo para tomar decisiones más crueles, más drásticas, como puede ser reducir el tambo o liquidarlo”. Por eso, seguramente cierre 2015 con un volumen récord de vacas lecheras que terminaron en los frigoríficos. El crecimiento que la lechería uruguaya venía mostrando en los últimos ejercicios productivos se va a detener este año, reflejo de la falta de liquidez, caída de precios internacionales y pérdida de mercados.
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