Leche: un alimento saludable castigado por los “hechos alternativos”

De incuestionable valor nutricional, la leche carga con numerosos mitos en su contra.
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La leche fue, durante mucho tiempo, considerada como uno de los alimentos más completos. Sin embargo, en los últimos años pasó a estar asociada a algunos mitos, habiendo casos de reducción de su consumo, lo que podría dar lugar a carencias alimentarias, como explica el CNAM – Centro de Nutrición y Alimentación Mimosa, una institución portuguesa -asociada a la industria láctea- que estudia desde hace más de dos décadas las propiedades nutricionales de la leche y sus derivados, los buenos hábitos alimentarios y un estilo de vida saludable.
Mitos y verdades
La leche engorda. Mito. Son varios los estudios que indican que la inclusión de productos lácteos magros en planes de adelgazamiento ayuda al proceso de pérdida de peso y a la disminución de la masa grasa.
Un intolerante a la lactosa no puede beber leche. Mito. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la mayoría de las personas diagnosticadas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar 12 g de lactosa en una sola ingesta, lo que equivale aproximadamente a 1 vaso de leche de 250 ml. Además, actualmente ya existe en el mercado una variedad oferta de productos lácteos sin lactosa.
La leche puede ser un buen alimento para quien practica deporte. Verdad. Ingerir leche después del ejercicio físico ayuda a mejorar la recuperación muscular, lo que lleva a una optimización del siguiente entrenamiento. Además, ayuda a hidratar el organismo después del esfuerzo.
La leche ayuda a dormir mejor. Verdad. Esto es porque uno de los aminoácidos de la leche, el triptófano, es uno de los responsables de la producción de serotonina (un neurotransmisor que da sensación de bienestar) que a su vez conduce a la producción de la melatonina, la hormona del sueño.
La leche es de las mejores fuentes de calcio. Verdad. Aunque podemos encontrarlo en otros alimentos, los productos lácteos siguen siendo una de las mejores fuentes de calcio. Para ponerlo en perspectiva, tendríamos que comer alrededor de 2,5 tazas de brócoli, 7 tazas de frijol rojo o 170 g de almendras tostadas, para que nuestro organismo absorbiera el calcio equivalente a una taza de leche de 250ml.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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