La lechería uruguaya no baja los brazos y sube la producción

Celebra con cautela el acuerdo con Venezuela, principal destino de los lácteos uruguayos, y se prepara para dar la lucha en un período de precios bajos.
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Celebra con cautela el acuerdo con Venezuela, principal destino de los lácteos uruguayos, y se prepara para dar la lucha en un período de precios bajos.
Por Blasina y Asociados, especial para El Observador
La producción lechera uruguaya atraviesa una primavera difícil y sigue sin tener una salida clara desde el punto de vista de los mercados genuinos, aunque esta semana recibió buenas noticias desde Venezuela. Pero no baja los brazos y sigue produciendo. En octubre, el mes de más producción del año, los datos primarios muestran un buen desempeño productivo. A pesar de los pesares.
A nivel internacional es el mercado que atraviesa una situación más complicada y el final no está a la vista. A nivel local también es de los sectores que han tenido un ajuste más fuerte. Pero la capacidad de resistencia del sector sigue siendo notable. Porque una cosa es que bajen los precios y otra que lo haga la producción. De hecho, en octubre el envío de leche a Conaprole fue el más alto de la historia de la cooperativa. En el resto del mundo también los productores luchan con bastante éxito para seguir produciendo.
El de Conaprole es un récord muy importante porque llega en un momento adverso de los mercados. La recuperación de precios que insinuó Fonterra no pudo sostenerse. La debilidad de los países Bric y de los petroleros, clientes clave, continúa.
Los precios que reciben los productores son bajos y no tienen la recuperación a la vista, aunque en ese caso Conaprole logra un diferencial más fuerte que nunca. Por eso su récord puede darse aún con una producción total a nivel país que sea menor a la de 2014.
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El dato de producción lechera nacional de octubre que posiblemente se conozca la próxima semana es importante por tres razones: octubre es habitualmente el mes de mayor producción en el año. Tal vez este récord de Conaprole signifique que también se logra una producción récord a nivel nacional. ¿Podrá responder Uruguay a los bajos precios sosteniendo una alta producción? Eso parece difícil porque los costos no bajan, según consignan las nuevas estadísticas del Instituto Nacional de la Leche (Inale) y también difícil porque los productores advierten de un persistente aumento en los envíos de vacas a frigoríficos.
En segundo lugar, es un dato importante porque si la producción lograse crecer a nivel nacional revertiría una tendencia descendente que se había dado en meses anteriores. En efecto, en los primeros nueve meses del año la recepción de leche por parte de la industria tuvo un descenso del orden de 4%. Pero en agosto y setiembre la caída había sido de 8% y 5%, respectivamente.
Y en tercer lugar, porque empezará a darle dimensión a la sólida posición de Conaprole que sostuvo precios y captó productores nuevos. Aunque ya se sabe que la recepción de la cooperativa principal ha sido la mayor de la historia, hay una parte de eso que se origina en esos nuevos productores y otra que es derivada simplemente del tesón de los tamberos que persisten en el esfuerzo por optimizar su producción.
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En síntesis, la producción lechera está corriendo un maratón en el que se trata de seguir produciendo hasta que los precios se recuperen. Allí los productores de Conaprole corren más alivianados. Siguen recibiendo $ 8 por litro, que aunque significan un descenso importante en dólares o en términos reales, al menos son un precio estable. En las restantes empresas los precios que se pagan al productor van de los $ 7 a menos de $5, que pagan algunas industrias. Las políticas de ahorro de la cooperativa para generar un fondo de reserva han dado resultado hasta ahora.
A diferencia de otras actividades más flexibles, como la agricultura, en la producción lechera bajar la producción ante una baja de precios no es una opción fácil. Una cosa es dejar una chacra pelada y otra es un tambo que en realidad es una agroindustria en sí misma. Producir menos es acelerar la caída en la facturación.
La realidad mundial
Los productores lecheros de todo el mundo deben enfrentarse a una resistencia prolongada. Por un lado, la demanda de los dos grandes importadores, China y Rusia, se ha desplomado. No puede esperarse nada muy favorable en el corto plazo de Brasil, otro debilitado integrante de los Bric. Por otro, la producción demora en ajustarse a los bajos precios y en algunas zonas clave de producción sigue creciendo. Es el caso de Australia, EEUU y la Unión Europea.
Salvo que las condiciones meteorológicas sean ideales en lo que queda del año, Uruguay tendrá una caída de la producción lechera, lo que sucederá por segundo año consecutivo, y la remisión posiblemente será la menor desde 2012. Por primera vez desde ese año la industria recibirá menos de 2.000 millones de litros.
En cambio, otros países fuertes en la producción, no bajan. En Europa la producción en los primeros ocho meses del año es 1,3% más alta que la del año pasado, a pesar de que los precios al productor cayeron 19% en euros, respecto a los de 2014, lo que ubica el precio promedio en 29,5 centavos de euro por litro (31 centavos de dólar).
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Mientras la producción europea no cae, las exportaciones del bloque se direccionan a destinos alternativos a Rusia, que hasta hace dos años fue el principal comprador. Por ejemplo, EEUU se ha convertido en el primer comprador de quesos europeos. Uruguay ha sido exportador de quesos a EEUU y México, algo que ahora se ha complicado. EEUU y México también se han vuelto compradores principales de la manteca europea.
Los europeos no son los únicos con producción en ascenso. También es el caso de Australia, donde por ahora no se notan los efectos de El Niño, y en julio y agosto ha tenido un aumento de entre 6% y 7% respecto al año pasado. Y lo mismo en EEUU, donde hay una buena demanda por el auge económico y buenos costos por la abundancia de maíz.
En ese contexto no es un mal resultado que la producción uruguaya ajuste levemente a la baja. Como todas las lecherías del mundo, la uruguaya se encuentra ante una presión persistente en contra.
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El depósito de Venezuela de US$ 50 millones esta semana, la salida de los quesos, el pago de la leche en polvo, es un balón de oxígeno especialmente para un sector que, en particular en la quesería, estaba al borde de la asfixia.
El fondo de financiamiento ha sido otro, pero a costa de una mayor deuda por parte de los productores. Mientras, se intenta ganar tiempo para un sector que no tiene factores alcistas claros.
Mientras no haya problemas climáticos graves en Oceanía y haya abundante maíz barato en el mundo, los precios lecheros seguirán presionados a la baja. Pero los productores uruguayos ya han pasado varias crisis y, como mostrarán los datos de producción de octubre, no se rinden ante la adversidad.
Presionan maíz, soja y petróleo
Es difícil concebir que el precio de los lácteos pueda tener un repunte firme en tanto se mantenga una situación de sobreoferta de petróleo, maíz y soja como la que se da en el presente. El precio del petróleo al caer baja los costos de muchos sistemas de producción y quita poder de compra a los países exportadores de crudo, que en su gran mayoría son fuertes importadores de lácteos. En segundo lugar, la sucesión de grandes cosechas de maíz y soja llevan a una baja en los costos de alimentación que permite sostener la producción con una cotización baja del producto. Y paralelamente el país más competitivo del mundo, Nueva Zelanda, apenas reduce su producción porque, como en Uruguay, los productores tratan de sacar litros y facturar para compensar la baja en las cotizaciones.
En agosto produjo 0,8% menos que el año pasado. Insuficiente para generar un rebote de precios. Cabe celebrar que se destrabe Venezuela pero al mismo tiempo mantener el alerta porque depender de una economía tan caótica es un riesgo muy alto. El sector se encuentra ante una crisis similar en magnitud a la de 2009, pero con posibilidades de que se trate de un proceso más prolongado en el tiempo. Algunos análisis como los del banco holandés Rabobank apuntan a una recuperación de precios en el segundo semestre de 2016. Una hipótesis posible que pone a la recuperación a un año de distancia.
http://www.elobservador.com.uy

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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