Al mismo tiempo, agregaba que necesitaba de “un interlocutor válido”, por lo que hablaría solo con las gremiales en otro intento de desacreditación, pero al mismo tiempo de tratar de desactivar una masiva movilización que sabía se vendría. No solo no logró desactivar las masivas movilizaciones de productores, sino que tampoco logró desacreditar un movimiento que día a día fue ganando cada vez más fuerza.
Es que el campo se cansó, dicen varios en referencia a los productores agropecuarios que están haciendo sentir sus voces. Los reclamos tendrán asidero o no, esa será otra discusión que se debe dar, pero justamente, se debe dar porque si el presidente Vázquez le reclama productividad a un sector como el arrocero, no debe estar muy al tanto de lo que le pasa al sector agropecuario.
En algo pudo llegar a tener razón Vázquez, en un principio los innumerables grupos de Whats App, que a su vez congregaban a más de 250 integrantes, podían parecer desordenados. Difícilmente alguien se animara a decir que todos esos grupos lograrían organizarse, pero así fue y hoy, a partir de las 16 horas, se reunirán en el local Santa Bernardina, de la Sociedad Rural de Durazno. Rápidamente se conformaron comisiones y se seleccionaron representantes de cada grupo para delinear las estrategias y definir cómo sería la jornada de hoy martes 23 de enero. Se esperan entre 20.000 y 30.000 productores rurales de todo el país. No hay duda que, pase lo que pase, hoy será un día histórico para el agro uruguayo, que va en busca de su destino.
Histórico como aquel 13 de abril de 1999, pero a la vez, muy distinto. Distinto porque en esta ocasión no hay una gremial que convoque y haya sido la responsable de todo, como si fue la Federación Rural de aquella época. Si bien hoy en día la movilización del agro es acompañada por más de 200 entidades, entre las que hay gremiales de productores, esto surgió de manera espontánea y fue tomando la dimensión que actualmente se le conoce. Distinto también porque aquel 13 de abril, el campo fue a la ciudad, a Montevideo, con la intención de que las autoridades de Gobierno que estaban y están en la capital atendieran sus reclamos.
Esta vez, el grado de hartazgo es tal que no se busca llamar la atención del capitalino llegando hasta Montevideo, sino que lo que buscan los productores es entre ellos definir la situación, elaborar una proclama y mostrar su punto de vista, pero entre ellos. Por lo que aquellos que quieran saber qué sucede, qué se dice, qué acusan los productores, deberán dejar la comodidad de sus oficinas y escritorios y trasladarse hasta Durazno.
Al mismo tiempo, la organización de la movilización convoca en todos los ámbitos de la misma a desarrollar la jornada “en paz y con tolerancia”. Porque una de las cosas que se persigue con esto, es achicar la brecha entre el campo y la ciudad. Tal vez, sin darse cuenta logren pegarles un buen sacudón a aquellos que les cuesta abandonar la comodidad capitalina.
