En el lugar estuvieron presentes efectivos de la Policía Municipal, Policía de Carabobo y Guardia Nacional Bolivariana, para controlar a la multitud.
La destrucción de la cerca perimetral de la Comercializadora Makro la tarde del pasado jueves obligó al cierre de las actividades luego de cientos de mujeres y hombres protagonizaran una sampablera para comprar cinco kilos de leche en polvo.
Los protagonistas de la protesta aseguraron que se encontraban en las puertas de la comercializadora desde la noche del miércoles luego de enterarse que al lugar había llegado una remesa del producto. Dijeron que el tumulto se generó al ver a funcionarios policiales y otros vestidos con franelas rojas que llegaron y minutos después salían de la tienda con bolsas de leche.
La tensa situación y el descontrol obligaron a que funcionarios antimotines de la Guardia Nacional se trasladaran hasta la comercializadora para controlar el levantamiento que además ocasionó destrozos en algunos tarantines situados a las puertas del local. Agentes de protección Civil infirmaron que tras el desorden no se reportaron heridos graves. La Guardia Nacional instaló un puesto de control en el establecimiento para evitar nuevos conatos de saqueo.
Similar ambiente se vivió la noche del jueves en un supermercado situado al norte de Valencia donde un grupo de mujeres se enfrentó por unos paquetes de harina de maíz. Funcionarios de la Policía Municipal de Valencia redoblaron la vigilancia hasta que la mercancía se agotó.
