Alrededor de 3.000 pequeños y medianos fabricantes lecheros de los municipios García de Hevia y Panamericano se declararon en crisis ante los problemas que afrontan por la excesiva y desmedida importación gubernamental del artículo. 
En medio de una discusión sobre la industria lechera y las implicaciones de la nueva Ley del Trabajo, los fabricantes formaron una cadena humana junto a corrales y vaqueras vacías. Gonzalo Vargas, presidente de la Asociación de Ganadores del Norte del Táchira, explicó que los costos de producción de la leche en Venezuela no son respectados por lo que la actividad no resulta rentable. Señaló que de acuerdo con el último reporte del 2011 al país llegaron 315.000 toneladas de leche importada que abarrotaron el mercado y dejaron sin posibilidades de colocación a la mercancía nacional. «Ya con anterioridad teníamos pérdidas y ahora con este incremento que nos corresponde hacer con la nueva Ley del Trabajo la situación se ve más limitada». Agregó que las unidades de manufactura están cambiando de rubro, como la carne, por ejemplo, que requiere menor cantidad de mano de obra lo que les permitiría sobrevivir. «Cualquier negocio que esté en desventaja y esté dando pérdidas tendrá que desaparecer. Mientras más pequeña es la unidad de producción, más difícil es subsistir», dijo Vargas. Agregó que los niveles de fabricación lechera han bajado 30% en lo que va de año y que cada vez más productores encuentran insostenible la situación. Precios sugeridos. El costo de producción del litro de leche debería estar en 8,56 bolívares, según los cálculos del índice inflacionario que han realizado las distintas asociaciones, que señalan que diariamente deberían producirse, en condiciones óptimas, de 7 a 8 litros de leche por vaca y actualmente es apenas de 3 o 4 litros por animal. Como vocero de los productores, Vargas señaló que estos no están en contra de la importación per se; sin embargo, opinan que debería hacerse sólo cuando la producción venezolana no sea suficiente en el país para cubrir las necesidades de la ciudadanía. De mejorar las condiciones de precio y algunos otros problemas que confronta el sector, insistieron en que pueden perfectamente aumentar la producción y satisfacer los requerimientos nacionales. Sin luz en el camino. Para completar el cuadro, hay al menos cinco apagones diarios en la zona norte donde también opera una termoeléctrica. Los cortes no programados causan la quema de las unidades de enfriamiento y de bombas de los equipos en los que se mantiene la leche, lo cual incrementa los costos de producción y las pérdidas en el proceso de fabricación de las fincas, sin importar sus dimensiones. «Las luces de la vaquera y las neveras se han quemado. Hemos durado hasta cinco días sin luz», dijo Rosa Navas, productora de una pequeña parcela de producción lechera. Señaló que no se explican la falta de energía eléctrica que les ocasiona tantas molestias. «A veces pasamos la noche sin dormir porque no hay cómo prender un aparato de aire y el calor es insoportable. No nos explicamos cómo teniendo una termoeléctrica aquí mismo, tengamos apagones todos los días», enfatizó.
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