Disminuir la dependencia de las importaciones aceleraría el desarrollo de la agroindustria al incorporar a la cadena láctea a los cambios. 
Productores e industrias enfrentan retos por atender el consumo interno de la población
El Banco Central de Venezuela presenta en la encuesta nacional de hábitos alimenticios el consumo líder de leche completa en polvo. La preferencia trepa a 83,5 por ciento. Son 50 puntos por encima de la líquida completa o pasteurizada. Su demanda se sitúa en 36,2 por ciento. El sector primario apuesta a aumentar la oferta para revertir o minimizar las importaciones.
Desde Confagán-Zulia, se propone salir de la dependencia de la producción pulverizada, que desde hace años proviene de otras tierras. Vota por retomar el hábito de consumo líquido. Cambio que reduciría la dependencia de importaciones extranjeras e impulsaría la industria láctea nacional, agilizando los procesos y garantizando el desarrollo de la ganadería.
La industria láctea venezolana remarca sus márgenes de producción con materia prima importada. Sus insumos son garantizados por los países que tienen como negocio la elaboración de leche en polvo.
Jorge Prado, director de Confagán, explica que las exportadoras mundiales aseguran la producción porque instalaron infraestructuras para ese propósito. Los ordeños son manejados con tecnología y los litros diarios de leche son planificados para comercializarse como excedentes, transformados en polvo.
Apuesta nacional
Cambiar el hábito de consumo es un plan que involucra a toda la cadena láctea. El ganadero debe contar con el rebaño suficiente para responder a la demanda de la industria. La agroindustria buscar innovarse en tecnología y líneas de producción, mostrar al consumidor productos de calidad, capaces de desplazar presentaciones extranjeras.
La ganadería venezolana tiene el reto de aumentar por encima de tres mil millones de litros anuales, si se considera que hay más de 29 millones de personas y su consumo anual debería estar en 120 litros al año per cápita.
El desafío en cantidades se incrementa al estimar que no puede descuidarse la colocación de litros a la industria quesera. La meta se concentra en atender la demanda de los derivados de lácteos y sustituir el consumo en polvo. Para ello necesita planificar el rebaño.
Confagán señala que mientras no haya rentabilidad en las fincas los objetivos desaparecen. La situación es crítica al revisar que desde hace dos años el porcentaje de reemplazos de vientres vacunos disminuye.
En las comidas
El BCV precisa que es en el desayuno de los hogares venezolanos que la leche tiene más consumo comprada con otras bebidas. 4,5 por ciento de las familias la prefiere por encima de 10 productos.
En el almuerzo y la cena son jugos y bebidas gaseosas las que toman la primera posición de consumo con respeto al lácteo.
Por Yasmín Ojeda / Maracaibo / yojeda@laverdad.com
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