La situación en Lácteos Los Andes, empresa administrada por el Gobierno nacional, estuvo calmada, después de la protesta de los trabajadores, hace dos días, frente a la sede ubicada en la intercomunal Barquisimeto−Acarigua.
Antonio Barreta, vocero del sindicato de los trabajadores, declaró que el retraso en entregar el bono de alimentación, «fue culpa de la empresa Valeven», la cual no habría tomado la previsión del lunes bancario y el feriado del 5 de julio.
Por esa razón y, considerando que en otras ocasionas también se han tardado en el pago del personal, Lácteos Los Andes realizará un reclamo jurídico en contra de la empresa proveedora de las billeteras o tickes para la compra de comida.
Sin embargo, las inconformidades hacia la empresa que antes de pertenecer al Estado llevaba el nombre de Inversiones Milazzo, continúan y son denunciadas por los empleados.
Otros delegados sindicales que ya fueron amenazados con ser encarcelados y despedidos, se pronuncian con respecto a la falta de dotación de uniformes, de instrumentos de seguridad laboral, en tre otros pendientes.
De hecho, la mayoría todavía utiliza el uniforme de Inversiones Milazzo porque no han recibido la nueva vestimenta del patrono. Sólo en la sede que se encuentra en la intercomunal, laboran unas 1.500 personas.
Asimismo, exhortan al Presidente para que haga realidad su promesa de construir casas a los trabajadores, en un terreno ubicado al lado de la planta de Cabudare, a fin de solucionar una de las mayores preocupaciones de los empleados: obtener una vivienda digna.
«Nos tienen engañados; incumplen con el trabajo y también en la obra de viviendas que prometió el Ejecutivo», dijo un delegado.
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