Buhoneros de la Redoma y Puente Baloa de Petare vendieron a sus anchas leche en polvo, harina, huevos, papel higiénico y otros productos
Los esfuerzos del Gobierno Nacional por controlar la venta informal de productos de la cesta básica parecen caer en saco roto.
Este fin de semana, en zonas como Petare, los buhoneros vendieron fuera de los precios de regulación productos que no se consiguen en los comercios formales, como leche completa, que se consiguió en Bs. 80 la lata de un kilo y Bs. 60 la bolsa de 900 gramos. Ambas presentaciones están reguladas en 36,44 y 32,04 bolívares, respectivamente. La versión Prebio 1, que normalmente cuesta Bs. 95, se vende en Bs. 160.
El paquete de papel higiénico de cuatro rollos se vende hasta en Bs. 40. Está regulado en Bs. 17,81; mientras que el kilo de azúcar se vende en Bs. 20 (regulado en Bs. 6,11) y el kilo de pasta regulada de Bs. 5,41 se vende entre Bs. 15 y 20.
Crearán una campaña
Un campaña de concientización para los vendedores informales anunció este fin de semana el mayor general Hebert García Plaza, quien preside el Órgano Superior para la Defensa Popular de la Economía. «Hablamos con ellos ( Indepabis y Sundecop ) para que nos ayuden a crear consciencia en aquellos venezolanos que están siendo utilizados para sacar alguna mercancía de los centros comerciales o de distribución para ser revendidos en otros sectores no registrados. En esa campaña vamos a crear consciencia en esos ciudadanos», dijo el fin de semana en Los Próceres.
Informó que los actores no identificados de la presunta «guerra económica silente» quieren que «nos enfrentemos pueblo con pueblo, fuerza armada contra el pueblo». Esto, con el objetivo de generar una matriz de opinión de que «el gobierno bolivariano es ineficiente».
El ministro de Comercio, Alejandro Fleming, también se pronunció sobre los buhoneros. Indicó que las personas que se dedican a comprar grandes cantidades de productos para luego revenderlos deben ir a prisión.
«Tenemos que aplicarles todo el peso de la ley. El acaparamiento y los sobreprecios son delitos», indicó Fleming, quien aseguró que se evalúa un mecanismo de alerta temprana que permita detectar dónde están los que se dedican a desviar los productos a canales distintos a los regulares.
«Vamos a hacer frente a todas esas perturbaciones para asegurar que se respeten los precios regulados», y agregó que se mantienen monitoreadas las cadenas de distribución para verificar que los bienes lleguen a los supermercados y no se desvíen a los canales informales «donde el sobreprecio está a la orden del día».
Fleming aseguró que hay «terroristas económicos» que buscan asaltar camiones y gandolas para surtir el mercado informal.
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