El acuerdo con Venezuela que anunció el gobierno significa la reactivación del principal destino de la exportación de lácteos de Uruguay en un momento crítico del sector. Gabriel Bagnato, gerente general del Instituto Nacional de la Leche (INALE) dijo a No toquen nada que la noticia llega en“una de las peores crisis de los últimos años”.
Tabaré Vázquez anunció la cancelación de las deudas de ese país con varios sectores y un acuerdo por venta de alimentos por 300 millones de dólares. El paquete incluye 44.000 toneladas de leche en polvo y 12.000 toneladas de queso.
“Sólo en este negocio se colocó (con esta venta que se anunció para 2015) a Venezuela el 60% de las toneladas de queso que se exportaron en todo 2014. Es un alivio importante para las empresas que tienen como destino este país y que tenían en los últimos años un mercado que tenía una dinámica que les permitía seguir compitiendo y pagándole un buen precio al productor y seguir creciendo”, indicó Gabriel Bagnato, gerente general del Instituto Nacional de la Leche (INALE).
Además, agregó que la colocación de la leche en polvo (44.000 toneladas) es “prácticamente un poco menos de la mitad de todo el volumen que exporta Uruguay en todo el año a cualquier destino, y un 64% de lo que se exportó en el último año de Uruguay a Venezuela”.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, dijo que en 2014 se exportó a Venezuela por 400 millones de dólares, 300 millones de ellos en lácteos.
En caso de que los negocios se concreten en el entorno de los precios que fueron preacordados, se estaría cerca de los 240 millones de dólares de exportaciones para la industria láctea uruguaya.
Eso significa un respiro muy importante para el sector lácteo que no puede detener su producción ya que a pesar de que los precios internacionales estén bajos o que no haya compradores, las vacas deben seguir siendo ordeñadas.
Según dijo Bagnato, desde el INALE, los precios de las ventas de las 12.000 toneladas de queso y las 44.000 de leche en polvo no están acordadas sino que en la negociación se fijaron referencias.
Dijo que “son colocaciones muy importantes para el sector” pero que también los efectos que tenga el derrame dentro del sector “van a depender luego de los precios a los que se negocie finalmente esa mercadería”.
Además, se estableció un mecanismo de pago que hace atractivo el negocio para los vendedores porque el dinero ya está asegurado y queda en un fideicomiso en el Bandes.
Un aspecto que viene golpeando a la industria láctea, más allá de la situación de Venezuela, es la caída importante que los precios internacionales de los lácteos han experimentado desde el año pasado. Bagnato explicó a No toquen nada se debe “a una situación más de mercado internacional general que se dio por precios muy elevados durante 2013”.
Explicó que la leche en polvo -50% del total de las exportaciones de lácteos uruguayos- estuvo en el orden de los 5.000 dólares la tonelada y hoy está en 2.300 o 2.400 dólares, una caída del precio a menos de la mitad.
“Esa situación de los precios muy elevados generó una sobreoferta muy importante a nivel del mercado internacional. Muchos de los principales compradores de lácteos en ese momento se stockearon. Eso hizo que el precio comenzara a caer y, además, el ingreso debilitado de algunos compradores que ya se habían sobrestockeado, generó una profundización de la caída de precios”, dijo Bagnato.
Que el cierre de un mercado como Venezuela generé un impacto tan fuerte da la pauta de concentración de destinos en la exportación de lácteos.
Bagnato dijo a No toquen nada que en realidad Uruguay tiene altos niveles de calidad en su industria láctea y vende a unos 60 destinos. Sin embargo, a causa de las ventajas de exportar a destinos del Mercosur, como Venezuela y Brasil (los dos principales destinos de nuestros lácteos) se produjo un fenómeno de concentración que hoy es una parte central del problema.
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