Preocupación en el sector no es de ahora; varios organismos han trabajado
La Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) está trabajando fuerte en un programa que procura encontrar una solución al problema de contaminación de los tambos, haciendo un ajuste sustancial a los esquemas que se venían utilizando para resolver la generación de efluentes en este tipo de establecimientos.
La información fue señalada a El Observador por el asesor de la ANPL, Daniel Zorrrilla, quién subrayó que el tema no es nada nuevo y que desde hace bastante tiempo se trabaja en procura de solucionarlo. A su vez, el directivo de la institución, Santiago Sandro, dijo que los propios productores son los más interesados en no contaminar el agua (ver página 6), porque además de ser imprescindible para el consumo humano de quienes habitan esos establecimientos, es necesario disponer de agua de calidad para producir leche de calidad.
Zorrilla explicó que el tema de contaminación por los efluentes de tambos tiene varios años y que incluso Conaprole hace mucho envió a un técnico a China para estudiar el funcionamiento y posibilidades que brindan los biodigestores como una solución posible para el manejo de los efluentes. También a nivel de apoyo de organismos del Estado hay una larga trayectoria, como el trabajo efectuado por el Programa Recursos Naturales y Desarrollo del Riego (Prenader) sobre el tema de las piletas; también el Programa Producción Responsable (PPR) hizo otro valioso aporte.
En estos años el sector aprendió sobre cuáles son los problemas y las soluciones que se deben encaminar. Así es que el enfoque de aquel entonces es muy distinto al actual.
Se entendía que la materia orgánica que se diluía en los tratamientos podía llegar luego a las corrientes superficiales. Sin embargo, “hoy sabemos que eso no es así, porque se ha comprobado que a pesar de los esfuerzos realizados, los niveles de nitrógeno y fósforo que persisten no permiten que esos efluentes vayan a las corrientes de agua”.
Zorrilla opinó que a los trabajos realizados en los tambos le falta una parte final: que esa agua que es procesada en el sistema de efluentes no vaya a las aguas superficiales. Tendría que ser reciclada en el predio para luego ser utilizada en los corrales o usarla como ferti-riego, echándola al suelo de una manera bien diseñada, cumpliendo la doble función de riego y fertilización de esas tierras. El nitrógeno y fósforo puesto en las aguas superficiales es un contaminante, pero puesto en la tierra es un fertilizante, sostuvo Zorrilla.
A la espera
“Los productores estamos a la espera de lo que definan las autoridades involucradas en fiscalizar la contaminación de la cuenca del Río Santa Lucía, de forma de tratar los efluentes de forma más segura y menos contaminante. Opinamos que lo que falta es una propuesta seria de cómo tratar los efluentes; no podemos seguir trabajando a prueba y error probando diferentes sistemas”, dijo el directivo de ANPL y tambero, Santiago Sandro.
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