Hasta ahora, los productores lecheros del país venían sorteando con cierto éxito la coyuntura complicada por el descenso de los precios internacionales de los lácteos que se arrastra ya desde hace un año. Desde la pasada primavera hasta enero, el clima fue un aliado de los productores. Permitió una buena disponibilidad de pasturas para producir leche a menor costo y realizar reservas de calidad.
Sin embargo, desde febrero hasta la fecha, la coyuntura cambió drásticamente, comentó a IT Lechería el directivo y productor de Conaprole, José Alpuin. Los productores están apelando a la utilización de sus reservas de otoño e invierno para mitigar la ausencia de verdeos por el déficit hídrico. Las avenas prácticamente no se pueden pastorear o sembrar en algunos casos, mientras que la implementación de raigrases está demorada. “Con las heladas en la puerta, los primeros pastoreos de raigrases quedarían para junio”, alertó Alpuin. Añadió que esta coyuntura “eleva los costos” para los productores y que hay preocupación porque el impacto se extienda durante los próximos meses.
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