Sumamente desconformes con los valores que reciben por su producción, tamberos que remiten a la Industria Láctea Salteña (Indulacsa), están creando un frente común para ofrecer su leche a otras industrias. Esto se origina tras la nueva baja aplicada por esta compañía, la tercera en menos de un mes, que redujo el valor que abona por litro de $ 6,80 a $ 6,30 (en mayo cotizaba a $ 7,90). Frente a esta situación, tamberos que enviaban su leche de forma individual a esta compañía, realizaron una “reunión urgente” en el departamento de Flores con el fin de buscar alguna alternativa a esta situación. Martín Lindolh, presidente de la Intergremial de Productores de Leche (IPL) y que participó en la reunión, aseguró que buscarán “una articulación entre los tamberos para poder negociar en bloque frente a capitales ya establecidos, o nuevos emprendimientos que lleguen al sector”. El dirigente gremial indicó que esta fue la primera de una serie de reuniones, y que la próxima se llevará a cabo el 15 de junio. La realidad es que se trata de un grupo de productores del Norte del país que por su ubicación geográfica tienen dificultades para lograr una remisión a otras industrias de forma individual, por lo que buscan conformar un bloque.
“Indulacsa está rompiendo con la tradición que existía en el sector de fijar valores hacia delante, dificultando así seriamente las inversiones a futuro que deben hacer los productores. Estamos al límite en los márgenes (según cálculos de la Asociación Nacional de Productores de Leche el costo por litro es de $ 6) y esto provoca un hueco en nuestras finanzas”, dijo a El País.
Fuentes de Conaprole explicaron que no recibirían en la actualidad a nuevos tamberos, ya que –según indicaron– cambiaría la estructura industrial de la cooperativa y perjudicaría a los productores con los que trabajan actualmente. Esto se debe a que, de ingresar mayor flujo de leche, debería ser utilizada para realizar caseína, un producto de poco valor, disminuyendo así los ingresos por ventas de Conaprole, en relación a los litros que recibe, y como consecuencia la cotización que se abona a los productores por su materia prima.
No obstante, la incorporación de nuevos tamberos no está descartada para el mediano plazo, explicaron, y se podría dar a partir de los primeros meses de 2013, una vez que baje el pico de producción y que la cooperativa aumente su capacidad de secado en unos 600.000 litros, lo que ocurriría a partir de la próxima primavera.
Fuentes de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, gremial que agrupa a tamberos de elevado nivel de remisión que no envían su materia prima a Conaprole, indicaron que “la incógnita es saber si Indulacsa quiere disponer de menos leche. Se está rumoreando que se podría bajar a $ 6 por litro, lo cual provocaría el abandono de gran parte de sus remitentes”. Si Indulacsa decide optar por este camino los productores intentarán remitir a otros lados, señaló.