La prolongada baja de precios en el mercado mundial agrega mayor incertidumbre a los tamberos y pone en alerta a una industria con costos altos. «A estos valores no soportamos ninguno», dijo el titular de la ANPL, Eduardo Viera.
Los resultados del primer remate mensual de la neocelandesa Fonterra, donde el índice promedio de los lácteos quedó 50% por debajo de los valores registrados en el último remate del año pasado —quedó en US$ 2.513 por tonelada— le dieron otro golpe duro a la lechería mundial.
Los precios, básicamente, cayeron por la baja en el valor de la leche en polvo entera y eso es lo más preocupante.
«La recuperación de precios nos va a llevar más tiempo del esperado. Se pensaba que para fin de año se notaría un repunte de valores, porque algunos jugadores importantes que inciden en el mercado mundial y que compran volumen, podrían retomar sus compras, pero hoy los negocios están bastante chatos», dijo preocupado a El País el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), el productor Eduardo Viera.
Por otro lado, hay países que están aumentando su producción y eso tira abajo los precios porque hay más volumen de lácteos en el mundo.
«No sabemos cuánto tiempo va a llevar la recuperación del mercado, pero a estos valores no soportamos ninguno, ni los países que tienen un menor costo de producción, ni nosotros», advirtió Viera.
Grandes productores como Estados Unidos o la Unión Europea, ven favorecido el crecimiento de su producción con una ecuación costo de grano/precio de leche muy favorable, debido a la baja del valor de los granos y eso pesa.
Si bien la baja de precios incide mucho en el ánimo del productor y repercute en su bolsillo, la industria láctea también tiene que hacer malabares para mantener el precio de las remisiones a sus tamberos en medio de las turbulencias del mercado internacional.
Atípico
Mientras tanto, los tambos uruguayos viven un año atípico. «No faltó el agua, llovió más de lo normal y, sin embargo, la producción no creció lo que esperábamos en función del crecimiento de los últimos 20 años», reconoció el presidente de la ANPL.
El sector venía creciendo entre 3% y 4% cada año, pero curiosamente terminará 2014 con una producción muy similar a la de 2013.
«Hubo momentos del año donde la lluvia complicó a los tambos, porque la calidad de las pasturas no fue de las mejores y se lavaron las nutrientes del suelo. A la vez, hubo problemas de manejo en los tambos (el barro complicó con más mastitis) y costó pastorear los campos. Todos esos factores influyeron en una caída de la producción de leche», dijo Viera.
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