La leche en polvo entera bajó 11,5% y perforó los costos de producción.
La fuerte caída en el precio de los lácteos ocurrida ayer en la licitación quincenal de la neozelandesa Fonterra, que marca las referencias del comercio mundial, “configura una situación inversa a la de 2013”, cuando las cotizaciones se fortalecieron, comentó a El Observador el secretario ejecutivo del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Gabriel Bagnato.El precio promedio de los lácteos en la venta de Fonterra se ubicó en US$ 3.025 la tonelada, 8,4% menos que 15 días atrás. La leche en polvo entera, que es el principal producto de exportación de Uruguay, cotizó a US$ 2.725 la tonelada, 11,5% menos que en la venta anterior.Bagnato reseñó que, luego de un 2012 de “malos precios y sequía en EEUU y Nueva Zelanda, en 2013 “hubo una respuesta productiva fuerte al incremento de los precios, con inversiones en todos los países productores de leche. Eso se combinó con un clima que acompañó y no hubo alteraciones en los mercados, donde aumentó la oferta”. Pero a comienzos de 2014 todo cambió.En febrero comenzó la caída persistente de los precios. En el caso de la leche en polvo entera comenzó a bajar desde US$ 5.000 la tonelada. Había pronósticos de una caída paulatina hasta US$ 3.500 en el primer semestre, pero se hizo más rápida y se agravó en las dos últimas licitaciones.Si bien Uruguay tiene una estrategia comercial que le permite vender en la actualidad a precios superiores a los de Fonterrra, el secretario ejecutivo de Inale anticipó que los precios deprimidos “seguirán hasta fin de año”.Para Bagnato, los productores deberían “continuar con los sistemas productivos armados para apostar a captar los mejores precios” cuando vuelvan, y trabajar en herramientas financieras.
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