Entrevista de El Observador Agropecuario con el director ejecutivo de Uruguay XXI
¿Cómo evalúa 2012 para Uruguay XXI?Fue un año muy intenso y con un mayor número de actividades, de acciones en el exterior para promover las exportaciones y captar inversión extranjera. Al mismo tiempo, recibimos más empresarios extranjeros que llegaron a invertir en el país. El sector con más demanda es el de los servicios, seguido por la construcción, vinculada a obra pública, turismo y vivienda. Hubo interés también en invertir en el sector agroindustrial y, dentro de la industria manufacturera, en la rama de la química, las autopartes, el plástico. Una parte de esa demanda se concretó en proyectos orientados hacia la exportación.¿Cuál es el papel que cumple Uruguay XXI?Apoyamos a las empresas exportadoras o con ese potencial, en especial pequeñas y medianas, a identificar mercados para colocar su producción. Por ejemplo, cuando vamos a ferias internacionales los ayudamos a prepararse, participan en el stand institucional y también damos apoyos individuales a empresas que quieren emprender alguna acción de promoción comercial, como identificar un nuevo cliente o un proveedor de maquinaria y equipamiento, de tecnología o de materia prima e insumos. También apoyamos a empresas que quieren traer posibles compradores a Uruguay. Otro capítulo es la ayuda que brindamos a las pequeñas empresas para que se capaciten en comercio exterior, así como en el diseño de páginas web como una herramienta más de promoción.¿Y respecto a las inversiones?Actuamos como una ventanilla de entrada para el inversor extranjero, dándole un servicio de apoyo desde el momento que inicia su investigación sobre el país hasta que concreta la inversión. Es un proceso en el cual el inversor analiza el rédito económico, pero también otros aspectos que ofrece el país, como la seguridad jurídica, la capacitación de la mano de obra, la disponibilidad de infraestructura, las telecomunicaciones, la seguridad ciudadana, la localización de Uruguay y la posibilidad de acceso a otros mercados con mayor potencial, aspectos que hoy nos valorizan en el mundo. Hacemos un acompañamiento del inversor hasta que se concreta el emprendimiento. Es un servicio gratuito, pero que deja la renta de ver que el proyecto se concreta y se transforma en dinero en Uruguay, con la potencialidad de generar riquezas, exportaciones y puestos de trabajo para los uruguayos.¿Cuáles son las principales condiciones que piden los inversionistas que llegan al país?En primer lugar, les preocupa mucho la seguridad jurídica, que es uno de los puntos fuertes que tiene Uruguay. Tenemos una larga tradición de funcionamiento de la Justicia y de respeto de los derechos individuales, de los ciudadanos y de los empresarios. Otro aspecto relevante es la facilidad con la que se pueden desarrollar los negocios en Uruguay, donde es fácil acceder a las normativas y a las autoridades del gobierno. Y otro elemento que es esencial es el nivel de beneficios que se pueden obtener al amparo de los distintos regímenes de promoción que tiene el país. El pilar es que los inversionistas saben que harán buenos negocios en un país que los respeta y en el que se fomenta la inversión.¿Cómo evolucionó la inversión extranjera en los últimos años?El nivel de inversión total en el país ya supera el 20% del Producto Interno Bruto (PIB). Y, en términos relativos, la inversión extranjera ronda el 5% del PIB, lo que nos ubica en el segundo lugar en América Latina. En los últimos tiempos lo que cambió es el perfil de las inversiones extranjeras, con empresas más vinculadas al sector servicios que quieren hacer negocios en Uruguay. Por otra parte, las empresas que vienen a comprar tierras lo hacen con un proyecto de producción agropecuaria y, en la industria manufacturera han llegado empresas de Asia (China, Japón, Corea).¿Qué proyectos predominan para el sector agropecuario?Es un sector en el que trabajamos menos porque hay una institucionalidad especializada y hacia ella derivamos a los interesados. Es un sector que despierta interés y sigue ofreciendo buenas perspectivas porque Uruguay está haciendo un buen papel, el precio de los productos y algunas de sus industrializaciones siguieron subiendo o se han mantenido y, si han bajado, ha sido desde picos históricos. Es un sector que seguirá creciendo y eso la inversión extranjera lo percibe.¿Ve posible que las inversiones lleguen para rubros no tradicionales del agro, como el arándano y los olivos?En la medida que la tierra se valoriza es indispensable pensar en proyectos que generen una rentabilidad acorde al activo. Así que es posible que se desarrollen más proyectos de especialidades. De todas maneras, se producirá en buen nivel en los sectores tradicionales, como la ganadería y la agricultura, y también la forestación, aunque hay otras áreas que cobran impulso.¿Cuál es el desafío de Uruguay XXI para este año?Tenemos un plan de trabajo con metas más ambiciosas que las de 2012. Eso quiere decir apoyar más empresas exportadoras y más empresas para que se transformen en exportadoras. Y captar más empresas para que inviertan en Uruguay. Pero tal vez el desafío más grande sea seguir avanzando en el desarrollo de nuestro sistema de gestión con el objetivo de entrar en un modelo de mejora continua. En el correr de 2013 o 2014 empezaremos a trabajar para implementar un sistema de gestión de calidad. Que tal vez en algún momento lo certificaremos.
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