La lechería uruguaya cerrará 2013 con una remisión de leche a planta y con una exportación récord y todavía tiene mucho más para crecer. El camino es intensificar más la producción por vaca y por hectárea para bajar los costos fijos.
La remisión de leche a las 10 mayores empresas industrializadoras cerrará con un crecimiento cercano al 4% -incluso Opypa estima que será de 3,4%-, y se habrán superado los 2 millones de litros diarios.
El sector viene de tres años con crecimientos constantes, con un récord de incremento en la remisión de 19,3% en 2011, donde se habían remitido 1.784.000 litros diarios, con la misma cantidad de vacas en ordeñe -entre 400.000 y 450.000- y en la misma área.
El reflejo más directo de que no se llegó al techo productivo es una industria que invierte fuerte, mejora su tecnología de procesamiento y construyenuevas plantas para absorber la mayor producción.
Los tamberos, en sus predios, mejoran la alimentación del ganado, invierten en sanidad y en pasturas y captan las señales de la industria, beneficiándose con los buenos precios internacionales de los lácteos.
«Es un año que batirá nuevos récords en varios de los indicadores del sector», aseguró a El País Gabriel Bañato, secretario ejecutivo del Instituto Nacional de la Leche (Inale).
«Se superarán los 2 millones de litros diarios de remisión a planta y las exportaciones generarán cerca de US$ 900 millones, porque ya a noviembre estaban en US$ 820 millones», explicó el jerarca.
«Ha sido un año en donde la concentración de mercados que se daba con Brasil y Venezuela como principales importadores de lácteos del Uruguay, va quedando atrás, porque se sumó Rusia, pero también entró China a comprar fuerte, que es el principal demandante de lácteos del mundo», analizó Bañato.
El secretario ejecutivo del Inale estimó que los principales desafíos que enfrenta la lechería uruguaya de cara a 2014 son la intensificación productiva y la mejora en la inserción internacional que permita sostener y valorizar más las exportaciones del sector.
«Habrá que ir profundizando la inserción internacional, buscando ventajas arancelarias en los nuevos destinos y validando paquetes o sistemas de producción que hagan sustentable y sostenible la intensificación productiva hacia el futuro», analizó el secretario ejecutivo del Inale.
En la otra vereda, los productores admiten que el mayor desafío es continuar produciendo más en la misma superficie, porque crecer en área será muy difícil con la fuerte competencia le genera la agricultura a los tambos.
Horacio Rodríguez, productor lechero y directivo de la Sociedad Criadores Holando del Uruguay aseguró a El País que para lograr esa meta «hay dos caminos». Explicó que ellos son «la mayor tecnificación» y «lograr todavía mayor productividad por vaca en ordeñe».
La aplicación de nuevas tecnologías ayudará a aumentar las rotaciones y los tambos podrán apuntar a mejores producciones.
«La manera de bajar los costos es producir más por hectárea. Los costos fijos, como energía, mano de obra o combustible, se bajan con mayor producción por hectárea; los costos fuertes – como fertilizantes y los granos-, tienden a bajar. Por eso es muy importante aumentar la producción por hectárea para bajar costos fijos», admitió Rodríguez.
«La lechería uruguaya tiene muchísimo para crecer todavía, tiene que aumentar la cantidad de litros por vaca, pero a la vez ir incorporando más vacas por hectárea», afirmó.
Por el lado de la genética no aparecen restricciones para elevar la producción individual y la creciente agricultura aporta más granos a la dieta.
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