El conflicto en el sector lácteo continúa con varios frentes abiertos y varios actores en juego. Por un lado, está el Ministerio de Trabajo, que avanza en una fórmula de salida que acerque a las partes. Según dijeron a El Espectador fuentes del Ministerio de Trabajo, se está elaborando la fórmula teniendo en cuenta dos variables.
Por un lado, un incremento del salario –aunque en menor porcentaje al solicitado inicialmente por los trabajadores-, y por otro lado partidas fijas adicionales con cláusulas de salvaguarda de acuerdo a la evolución del sector.
El porcentaje de aumento de salarios podría marcarse, como se utilizó en otros convenios colectivos, tomando como referencia la mitad del crecimiento del PBI, lo que podría estar en el entorno del 2%. A esto se le sumarían partidas adicionales en función del crecimiento del sector.
Los trabajadores pidieron al comienzo de la negociación un 10% de aumento y los empresarios ofrecieron un 0.3.
Las partes se reunirán en tripartita a las 15 horas.
En cuanto a las medidas de fuerza, Robert Romaso, integrante de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, dijo a El Espectador que se mantiene las medidas de trabajar a reglamento, pero no están haciendo ni paros ni afectando las exportaciones.
El sindicato suspendió la asamblea que estaba prevista para el viernes, ya que no hay elementos nuevos para analizar. En lugar de la asamblea realizarán un plenario.
“Hasta que no termine el ámbito de negociación del ministerio nosotros no vamos a complicar esa negociación con medidas fuertes. Suspendimos la asamblea porque si nos llevamos por el impulso de la gente esas medidas se iban a aplicar inmediatamente. Nosotros lo que decimos es que vamos a hacer un plenario y ahí vamos a resolver cuándo y cómo las vamos a aplicar, pero también queremos tener el contenido de la reunión del Ministerio de Trabajo”, afirmó Romaso.
El sindicato de trabajadores reclama que la recuperación que logren quede atada al salario definitivo y que no sea con partidas. Sobre la posibilidad de aceptar una fórmula combinada, Romaso decía esto.
“Hasta que no tengamos recuperación que queda atada al salario no vamos a discutir otra clase de partida. Si mañana tenemos una recuperación que va a quedar atada al salario a un porcentaje importante y el complemento tiene que ser partidas que no vayan atadas al salario puede ser una de las discusiones, peor hoy no tenemos nada para discutir”, estableció Romaso.
Por su parte, los productores lácteos se movilizarán contra las medidas de lucha del sindicato de trabajadores.
Los productores entienden que el conflicto atenta contra la sustentabilidad de las empresas familiares más pequeñas, que constituyen el 80% de la producción.
Se concentrarán el próximo martes, a las 14 horas, en la Sociedad Criolla “Mi Tapera” en Santa Lucía, Canelones.
Este martes, en conferencia de prensa, el dirigente Eduardo Viera pidió una reunión urgente con la Dirección Nacional de Medio Ambiente por las sanciones anunciadas a los productores que tiren leche.
“Se ha mencionado de sanciones hacia un productor si tira leche. Entonces nosotros nos preguntamos llegamos a ordeñar, el camión no llegó, ¿qué hace el productor?”, indicó Vera.
El ministro de Medio Ambiente, Francisco Beltrame, los recibirá esta tarde.
De todas formas, el jerarca ya explicó que habrá multas y que ante la eventualidad de tirar producto, debe haber sistema de evacuación, dado que en ningún caso está permitido arrojar leche a los cursos de agua o suelos.
Romaso, de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea, fue consultado sobre la postura de los productores y dijo que no entiende los motivos por los cuales los productores van contra ellos, ya que la producción se está recogiendo.
“A nosotros no tienen nada que reclamar porque no estamos haciendo paro, ellos, según dicen, tienen retrasos, no es culpa de nosotros. Si no paramos no tenemos culpa. Segundo, de la producción que se está tirando al campo y que ese dinero podría ser volcado al productor no tenemos culpa. Entonces, no entendemos el sentido de la asamblea o la posible movilización contra nosotros cuando nosotros estamos tratando de que ellos estén mejor. Estamos tratando de ocupar las plantas en caso de que las empresas quieran tirar producción como tiraron ya. Estamos defendiéndonos y parece que eso no les gusta a los productores”, señaló Romaso.
El Espectador consultó a la Facultad de Ciencias sobre los efectos ambientales de tirar leche. Federico Quintans, del Instituto de Ciencias Ambientales de la facultad, explicó que cuando se tira leche a un curso de agua lo que pasa es un aporte muy importante de materia orgánica que puede afectarlo en mayor o menor medida, según el caudal y la cantidad de leche que se tire.
“La leche tiene alto contenido de materia orgánica que se va a descomponer. El proceso de descomposición va a consumir el oxígeno que hay en el agua. Lo primero que va a ocurrir es la disminución del oxígeno del cuerpo de agua que puede ser a niveles que son negativos que van a afectar. Además de la disminución del oxígeno esta liberación de nutrientes puede provocar un aumento de las tasas de composición de esta materia orgánica. Va a haber un aumento de las poblaciones de microorganismos en el cuerpo del agua”, señaló Quintans.
También explicó cómo darse cuenta de este fenómeno y los riegos que implica.
“Para la población humana no debe haber ningún riesgo. Pero hay un riesgo desde el punto de vista ambiental, no sanitario. Va a haber seguramente, si el cuerpo de agua es muy pequeño se puede notar la baja de la disminución del oxígeno a través de los olores de pudredumbe”, estableció Quintans.
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