Anunció el cierre de sus operaciones por dificultades para implementar una reestructura.
La empresa de lácteos Ecolat anunció el cierre de sus operaciones y unos 400 trabajadores se quedarán sin empleo. La firma explicó en un comunicado que el motivo se debe a «dificultades para la implementación de su proyecto de reestructura».
Meses atrás la empresa había anunciado cambios en su estructura para resolver sus problemas económicos, algo que fue rechazado por los trabajadores.
«Dicho proyecto fue presentado al gobierno y al sindicato en octubre de 2014, y pospuesto, ante la solicitud de las autoridades de generar, en un plazo razonable, otras alternativas de viabilidad con el aporte de los afectados. La empresa compartió toda la información técnica propia y de terceros independientes para facilitar dicho proceso, pero en estos meses no se recibió ninguna propuesta que revirtiera la situación y permitiese proyectar una operación sustentable», asegura el texto emitido por Ecolat.
La empresa indica que en varias oportunidades ha hecho referencia a que la posibilidad de cerrar era real, y por eso proponía una reestructuración. El 4 de febrero decidió que daría lugar al proyecto de restructuración y que en caso de que no pudiera implementarse, cerraría sus operaciones en Nueva Helvecia.
«Desde ese mismo día las dificultades han sido permanentes, sumándose irregularidades y agresiones de todo tipo que impiden el normal funcionamiento de la empresa, situación que ha sido debidamente documentada e informada a las autoridades correspondientes», indica el comunicado.
Durante los últimos días se han llevado a cabo diversas reuniones entre la empresa y el gobierno, puesto que el planteo de la empresa implicaba una reducción de 400 a 130 la plantilla de trabajadores, algo que el sindicato intentaba evitar.
«A pesar de los importantes esfuerzos de la empresa y del gobierno por mantener al menos una actividad más reducida pero sostenible en el tiempo, la reacción del sindicato ha quebrado el principio de autoridad y la confianza con los trabajadores, imprescindibles para el normal funcionamiento de una empresa y han destruido las más elementales condiciones de seguridad que deben existir en una industria dedicada a la producción de alimentos, para responder así a la confianza de los consumidores», agrega Ecolat. De este modo, la empresa afirma lamentar el descenalce y «reafirma su compromiso de cumplir con todas sus obligaciones».
Ante el anuncio, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (Ftil) se reunirá en asamblea el próximo jueves para resolver un paro de 24 horas, lo que puede implicar problemas en el abastecimiento de productos lácteos.
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