El clima en la industria láctea uruguaya tras el drástico desenlace que tuvo el cierre de la planta Ecolat en Nueva Helvecia es de “preocupación”. Según comentaron fuentes del sector a IT Lechería, algunos episodios de violencia que sufrieron los camioneros que entregaban la leche a la planta industrial del grupo Gloria cuando el conflicto estaba en su punto de ebullición y las amenazas que sufrieron algunos mandos medios de la planta, no son episodios menores. “Quedó claro que hay que preservar toda la cadena.
En un abrir y cerrar de ojos se puede perder toda la remisión y luego quedan los fierros viejos”, dijo un industrial en referencia al esqueleto del complejo industrial de Ecolat que desde hace cuatro días dejó de procesar leche. Para los informantes es claro que en algunos episodios que se registraron la pasada semana, el gremio lácteo se “excedió” y que hay que “aprender” de este tipo de episodios para impedir que se repitan a futuro. La empresa Ecolat divulgó un comunicado donde expresó que “la reacción del sindicato quebró la confianza imprescindible y las condiciones de seguridad que deben existir en una industria dedicada a la producción de alimentos, para poder responder así a la confianza de los consumidores”.
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (Ftil) ya está tomando medidas en solidaridad por el cierre a Ecolat como el trabajo a reglamento (sin horas extras), al tiempo que tiene previsto aplicar un paro de 24 horas en toda la industria láctea.
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