Sindicatos amenazan con concentrar medidas sobre productos de exportación.
La Federación de la Industria Láctea (FTIL), que nuclea a trabajadores de todas las plantas del país se declaró ayer en conflicto y desde hoy comenzó a aplicar una serie de medidas que incluye la realización de paros a nivel nacional. Desde está madrugada se trabaja a reglamento y no se realizarán horas extras durante toda la Semana Santa. También se cumplen paros de una hora por turno que se extenderán hasta el lunes.
La vocera de la Asociación Nacional de Distribuidores de Productos Lácteos (Andiprolac), Natalia Pena, dijo a El Observador que si bien la medida no incluye a los transportistas, el primer efecto que provocarán las paralizaciones será el atraso en el abastecimiento de leche y otros productos lácteos porque se va a enlentecer la producción y la expedición en las plantas cuando los camiones lleguen para cargar. Hasta el momento no está previsto suspender la recepción de la leche en cada una de las industrias, pero si habrá distorsiones.
Las negociaciones entre el gremio y la Cámara de Industrias Lácteas del Uruguay (CILU), en los Consejos de Salarios empezaron en el mes de enero, sin que hasta ahora exista acuerdo sobre cuál será el porcentaje de recuperación que se tomará en cuenta, en base a los indicadores de crecimiento de la industria. El dirigente de FTIL, Robert Figuerola explicó a El Observador que en primera instancia el sindicato planteó que se implementaran aumentos con porcentajes fijos y escalonados de acuerdo a la escala de salarios , pero luego se pasó a negociar sobre los lineamientos del Poder Ejecutivo que proponen incluir indicadores de crecimiento sectorial.
Para eso se tomó un indicador elaborado en conjunto con el Instituto Cuesta Duarte que toma como base la cantidad de leche recibida en todas las plantas sobre las horas trabajadas. Pero según el dirigente sindical, la CILU ofreció en base a sus cálculos 0,9% de recuperación en tres años, que se entiende “no se corresponde” con los números que tiene la industria. Las pautas del Poder Ejecutivo recomiendan la firma de convenios a tres años con ajustes anuales que incluyan un componente real (crecimiento esperado del PIB por trabajador más indicador sectorial, ponderado cada uno al 50%) y un componente de inflación esperada que se corresponde al centro de rango meta de inflación del Banco Central (BCU) (5%). A ello se suman correctivos anuales por la diferencia entre la inflación esperada y la observada.
La semana que viene los sindicatos evaluarán incrementar las medidas. Una de las alternativas manejadas es que los paros se concentren en áreas claves de las industrias. En el caso se Conaprole se podría bajar el ritmo de producción en la línea de elaboración de quesos y leche en polvo que están destinada mayoritariamente a la exportación.
El Observador se comunicó ayer con la gremial de los industriales para conocer su posición pero no obtuvo respuesta.
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