El presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois, señaló que “no fue un buen acuerdo” el que se firmó el viernes y que cerró el conflicto con los trabajadores de la industria láctea. En declaraciones al programa Tiempo de Cambio de Radio Rural, Ambrois dijo que el conflicto fue “desagradable y triste”. Además, advirtió sobre el impacto que pudo tener el conflicto sobre alguna industria de menor porte que “podría quedar por el camino”.
El viernes 19 se acordó un convenio de tres años, con un crecimiento de 2,5% para el primer año; un 2% para el segundo año y un 1,5% para el tercero. Además, se incorpora una “partida fija” de $ 1.000 mensuales, dependiente de la cantidad de remisión de leche y horas trabajadas. El presidente de Conaprole consideró positivo que la partida se ajuste teniendo en cuenta la productividad ya que se trabajará con indicadores que permiten capturar valor.
Más allá de destacar este elemento como positivo, Ambrois advirtió sobre las secuelas del conflicto. Una de ellas es sobre el efecto que pudo tener sobre las empresas más chicas. Si el impacto fue importante, “probablemente alguna industria que no sea fuerte quede por el camino”. A pocas horas de sellar el acuerdo con los trabajadores, el presidente de la cooperativa no descartó que el aumento salarial fijado puede perjudicar en algún momento el precio de la leche pagado a los productores. Al ser los salarios costos que inciden en la formación del precio, el incremento salarial podría jugar más adelante en contra de lo que reciben los productores.
Reclamos de los productores
El mismo día en que se firmó el acuerdo las gremiales de productores emitieron un crítico comunicado tras realizar una asamblea en de la criolla Mi Tapera, próxima a Santa Lucía y sobre la ruta 11, en Canelones.
En uno de los puntos, instaron a la industria a que“se comprometa al estudio de medidas que marquen un cambio radical en el encare de las relaciones laborales con sus funcionarios, especialmente al momento de negociar salarios. No se puede seguir por este camino donde es más fácil conseguir más salario a los empujones, que precio de leche dialogando y razonando”. Sobre esto, Ambrois dijo que hay un trabajo continuo sobre el relacionamiento con los empleados y dejó entrever la importancia del rol del gobierno “marcando pautas y marcando caminos”.
En el mismo sentido, el comunicado reclamó al Ministerio de Trabajo “un cambio claro de actitud para el futuro (…) una postura más abierta que tome en cuenta la realidad de todos los actores que participan en esta cadena productiva, declarada por el gobierno de importancia relevante para la economía del país todo. La información que aportamos al comienzo de las negociaciones por los productores, no fue tomada en cuenta”.
De esta forma, y en un ambiente caldeado tras idas y venidas de las partes, se cerró el conflicto luego de más de 20 días de medidas sindicales.
