El gerente general de Ecolat, Guillermo Flores, en entrevista con IT Lechería, auguró un buen cierre de año para la producción láctea para la segunda parte del año. Están trabajando en un plan para pagar al contado la liquidación de los pequeños tamberos y asegura que no salen a buscar remitentes de otras industrias, aunque alertó que si hay “guerra”, saldrán con “fuerza” a recuperar sus productores. Por otro lado, se mostró preocupado por el elevado nivel de conflictividad sindical que tiene el país en general y reclamó a las autoridades del equipo económico un mensaje más claro para conocer con certeza la cotización del dólar a futuro.
El año pasado, Grupo Gloría adquirió 55% del paquete accionario de Ecolat en Uruguay. ¿Qué cambio provocó en la firma el arribo de esta compañía peruana?
Esta operación le generó a la empresa un futuro cierto que se basa en una estrategia de incrementar la producción y asegurar la colocación de los productos en otros mercados más allá de Venezuela. También le augura una fortaleza financiera importante y el conocimiento del negocio, que es una de las fortalezas del Grupo Gloria en los últimos 25 años en la región.
¿Sorprendió a la empresa el grado de conflictividad que se vivió durante la última negociación por el nuevo convenio colectivo de los trabajadores?
No sorprende. Somos conscientes de la realidad de estos países, sobre todo en Uruguay y Argentina, con el tema sindical. Lo que sí sentimos es que debemos volver al equilibro. Nosotros creemos en el movimiento sindical y en la discusión de los convenios colectivos, pero tiene que ser negociación. No puedes sentarte en una mesa con una pistola en la cabeza. Creo que justamente debemos volver a un equilibrio entre la demanda de mejoras salariales, pero también se tiene que concientizar la realidad de la industria. El negocio de la leche se basa en la competitividad de la industria para poder exportar. El 70% de la leche que se produce en este país se exporta. Nosotros tenemos que compararnos con otros exportadores como Nueza Zelanda, Argentina y Brasil. No podemos desligarnos de esta realidad.
¿Cómo está analizando la coyuntura para la producción de lácteos en Uruguay frente a otros países competidores?
El tema es que la cuenca lechera de Uruguay viene creciendo en los últimos cinco años en forma importante. No así tanto en 2012, cuando se vio una desaceleración respecto a 2011, pero creemos que 2013 será mejor que el año pasado, que no fue tan bueno como se esperaba debido al manejo del precio al productor y la caída de los precios a nivel internacional en el segundo semestre. Creemos que este año se retomará la senda de crecimiento. Por eso estamos haciendo varias cosas para que el negocio de nuestra cuenca crezca.
¿Cómo viene el nivel de remisión de Ecolat este año?
Cerramos el primer semestre en los mismos niveles de 2012, que fue atípico. Incluso tuvimos una remisión de Conaprole importante para un façón que nos pidieron. Para el segundo semestre de este año estamos esperando un crecimiento de la remisión de entre 20% a 25%.
¿Tiene previsto modificar el precio al productor?
Como industria hemos elevado en promedio 20% el precio al productor respecto al del año pasado. Creo que eso es suficiente para quitar presión por una suba de los precios. Ahora la empresa tiene una política de precios parecida a la de Conaprole. Simplemente estamos siguiendo al líder en lo que es términos de precios. La liquidación de Ecolat es 90% muy parecida a la de Conaprole. Si Conaprole sube el precio acompañamos y, si baja, hacemos lo mismo. La idea es dar un mensaje de estabilidad al productor.
La lucha de las industrias por captar remitentes de otras empresas ha sido una constante en los últimos años, aunque en estos meses parecen haberse calmado las aguas. ¿Qué posición tiene Ecolat sobre este tema?
Nuestra estrategia no está visualizada por ese camino, sino que pasa por desarrollar nuestra propia cuenca. Mientras tengamos productores la vamos a estar desarrollando. Hemos hecho pruebas piloto donde colocamos vaquillonas y los resultados es que en estos casos hemos duplicado la producción diaria de leche. Estamos trabajando con el desarrollo de productos concentrados sobre todo para mejorar la remisión en esta época de frío. Estamos mejorando nuestro sistema de pagos a los pequeños productores de manera que no tengan que esperar 40 días para que se les pague por su remisión, sino de forma contado. Hemos ayudado a los productores que han ingresado en cesación de pagos y dificultades financieras. Estamos mejorando el parque de tanques de frío. En fin, nos estamos orientando a atender nuestros propios productores.
Por otro lado, estamos desarrollando acuerdos con New Zealand Farming Systems Uruguay. Ellos nos remiten leche para el façon de leche en polvo. También estamos en conversaciones con la gente de (Alejandro) Bulgheroni (Estancias del Lago) y un grupo de empresas chilenas que están desarrollando un proyecto en el Este del Uruguay.
Nosotros no estamos peleando productores de otras empresas. Sí se nos están acercando productores de Claldy, Indulacsa, Conaprole, a ver nuestro proyecto. Ahí nosotros simplemente le presentamos lo que tenemos como plan. Y bueno, con la debacle que tuvo Indulacsa en el último año, hemos absorbido remitentes de esa empresa.
¿Ecolat realizó gestiones para adquirir la planta de Indulacsa en los últimos meses?
Tuvimos conversaciones pero no se llegó a nada concreto. Seguimos conversando en una muy buena relación en la posibilidad de realizar con ellos façon de queso para nuestra producción. Pero con el tema sindical hemos puesto esta propuesta en stand by. También hemos trabajado con Conaprole. De hecho, en el último mes tuvimos intercambio de leche con esta cooperativa. Nuestra idea es la de colaborar. Pero también le hemos dicho a otras empresas que así como estamos dispuestos a colaborar, ante cualquier intento de acercamiento a nuestros productores vamos a reaccionar con toda la fuerza, como lo hemos hecho en el pasado. Ya pasó que nos sacaron un grupo importante de productores, pero lo recuperamos rápidamente.
¿Cuál es la estrategia para competir con una cooperativa como Conaprole que tiene cerca de 70% del mercado?
¿Pero por qué competir? Nosotros no vamos a competir con Conaprole. La intención es realizar cosas en conjunto. Donde se puede hablar de competencia entre comillas es en mercado interno. Pero creemos que es una competencia sana para el mercado. Incluso a Conaprole le conviene que las categorías de productos crezcan para que tenga menos incidencia la leche tarifada, que es la que está regulada por el Estado.
En el tema productores, Ecolat no ha capturado productores y no es nuestra intención salir a buscarlos. Tenemos una filosofía de colaboración. De hecho, en las últimas cuatro semanas Ecolat estuvo enviando leche porque tuvimos una parada en nuestra línea de secado en polvo. Ellos (por Conaprole) nos devolvieron la leche sin problemas. Actualmente, le estamos haciendo façon de manteca a Calcar y Bonprole.
Nosotros no vinimos aquí a hacer guerra, sino a explotar lo que creemos que va ser una industria que debemos cuidarla entre todos: gobierno, sindicatos y empresas.
¿Qué amenazas o desafío visualiza para la industria a futuro?
A nosotros nos preocupa el incremento de la conflictividad. Sobre todo de los sindicatos con el gobierno. Otro tema que inquieta es que no hay expresión oficial que pueda dar certezas sobre la política monetaria. No sabemos si el dólar va a seguir subiendo sobre fines de año o va a venir como está ahora que sube a $ 21 y baja a $ 20,50. Esa volatilidad debe corregirse. No le hace bien a nadie. Pero el tema central es la conflictividad sindical, porque puede hacer daño y afectar a futuro.
¿Qué plan de inversiones tiene proyectada la empresa para el corto plazo?
La empresa ya tiene definida su estrategia de corto, mediano y largo plazo. Actualmente estamos invirtiendo en una nueva planta de quesos, ya tenemos los equipos en la planta (de Colonia). Acabamos de instalar una nueva máquina para llenar leche en base UHT de cartón. Estamos haciendo mejoras en nuestra línea de secado de leche. Es plan de inversiones ronda los US$ 30 millones.
¿Cómo ha sobrellavado la empresa la dependencia del mercado venezolano?
Actualmente Venezuela es un mercado que sigue siendo importante, pero nosotros no enviamos la leche en polvo a este país sino que se está colocando casi todo en Brasil. El suero en polvo se vende a China. En los quesos abrimos el mercado paraguayo y también estamos ingresando a Brasil con este producto. Si bien no son los precios de Venezuela, eso nos genera flujo de caja. Y siendo una empresa que tiene costos fijos tan altos, no podemos llenarnos de inventarios. También hoy estamos realizando embarques para los clientes de Gloria, con un primer envío a Venezuela.
La idea es que en el futuro la mayoría de nuestras exportaciones la absorba el mercado peruano. Ahí tendríamos más diversificada aún nuestra cartera de mercados. Hoy a Perú estamos enviando parte de suero, quesos y leche UHT. En la medida que captemos más leche vamos a tener más volumen para colocar en este mercado.
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