El bienestar animal es un tema que preocupa cada vez más, tanto a consumidores como a productores del mundo entero. 
Atenderlo implica mejorar las condiciones de producción y de trabajo, así como sus resultados, al tiempo que se asegura el acceso a mercados exigentes. Por eso, investigadores de Uruguay, Argentina y Chile, emprendieron un proyecto para su caracterización y determinación. Para conocer acerca del mismo, Conexión Tecnológic@ dialogó con la doctora Elena de Torres, profesora agregada grado 4 y directora del campo experimental Nº 2 de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República.
¿De qué se trata ese proyecto regional para la implementación de un protocolo de bienestar animal en vacas lecheras?
Se hizo un proyecto piloto con 37 tambos, y este año comenzaría el proyecto más grande para conocer mejor cuál es la realidad en bienestar animal. En este primer pantallazo tuvimos alguna primera idea, al igual que Argentina y Chile que también hicieron distintas evaluaciones. Decidimos hacer un formulario común para los tres países para que después la información pudiera ser procesada estadísticamente y comparada de la misma manera. De esa forma, podemos asegurar que cuando se habla de que algo es bueno, regular o malo, se esté hablando de lo mismo. Por ejemplo, no basta decir que hay barro, sino que hay que definir cuánto es y entonces, según el nivel a que llegue, será grado 1 o 2. Recién ahora estamos hablando todos de igual manera, y luego de muchas reuniones, el formulario estuvo pronto a principios de noviembre y ahora estaríamos en condiciones de empezar el proyecto más grande, con un mismo formulario. Es importante evaluar el bienestar animal con los mismos parámetros de forma que la información sea comparable. El desafío para este año es hacer el relevamiento en los tres países, y evaluar objetivamente cuál es la situación.
La mayoría de la información que hoy disponemos sobre el bienestar animal en la lechería uruguaya proviene de un relevamiento que hizo la Facultad de Veterinaria entre 2007 y 2010, a través de un FPTA de INIA, del cual fue responsable la doctora Stella Maris Huertas. Hay además, algunas tesis de grado en el tema.
El cambio cualitativo es tener ahora las pautas de evaluación en común. Hay un formulario común que puede ser estadísticamente procesado, que tiene variables vinculadas a las instalaciones —a los bebederos, a los caminos—, variables de manejo —como arreo y rutina de ordeñe— y tiene variables de respuesta en los animales, como cojeras, lesiones de ubre, mastitis y score de suciedad. Lo innovador es tener una forma de evaluación que se puede procesar estadísticamente y que es común a la de los otros.
De todas la variables vinculadas al bienestar animal, se jerarquizaron las relacionadas al ganado en ordeñe; la llegada y la salida a la sala de ordeñe, el acceso al agua, las rutinas adentro de la sala. No están consideradas, en este primer formulario, todas las que tienen que ver con la crianza de terneros y el preparto, que evidentemente también tienen que ver con el bienestar animal, pero que pensamos involucrar en una segunda etapa.
¿Cuántos tambos serán analizados?
En este momento se está haciendo el muestreo estadístico. La idea es involucrar los distintos tipos de establecimientos de forma que la información sea representativa de todo el sistema de producción. Todavía no sabemos cuántos tambos tenemos que relevar ni cuál es el tamaño de los mismos, pero se espera terminar en febrero con ese análisis. De todas maneras ahora estamos en la búsqueda de financiamiento.
¿El proyecto regional no cuenta con financiamiento?
En el proyecto regional, cada uno de los países busca su financiamiento de la forma que puede, y a su mejor saber y entender. En Argentina, por ejemplo, en una región, Sancor realiza el muestreo con sus técnicos; también está vinculada la Universidad de Córdoba, y algunas empresas y laboratorios.
¿Qué beneficios trae aparejados la consideración del bienestar animal?
El bienestar animal tiene un beneficio directo en el de las personas. Favorecer las prácticas adecuadas de manejo hace que los animales se muevan mejor y que no lo hagan a la defensiva. El hecho de que podamos trabajar en un sistema de producción más amigable para nosotros y los animales, hace que las prácticas de manejo sean menos riesgosas, más llevaderas y que se realicen en menos tiempo.
En segundo término, desde el punto de vista comercial, el bienestar animal es de los elementos que, como país exportador, para nosotros tiene cada vez más importancia. Incluso hay países que dentro del pago por calidad incluyen el tema de bienestar animal. Cada vez más, el consumidor está interesado en saber si los productos que consume provienen de animales que están felices, en buenas condiciones, bien alimentados, que no estén en condiciones hostiles de producción. Nosotros tenemos muchas fortalezas en ese sentido, que creo no hemos explotado adecuadamente. Nuestro sistema de producción es muy bueno en ese aspecto y es importante darnos cuenta de eso antes de cambiar cosas que nos puedan perjudicar desde ese punto de vista.
¿El bienestar animal afecta además a su productividad?
Indudablemente, está más que demostrado y desde hace mucho tiempo, que cuanto mejor esté un animal, más va a producir.
En la medida que el animal se encuentre en buenas condiciones y no esté estresado, mejor será su producción. Todos los factores de bienestar animal influyen en la producción. Por ejemplo, afectan los estreses por calor como los sufridos días pasados, el acceso al agua, las condiciones de espera, el tiempo que estén parados, y en invierno el tiempo que estén sin echarse por no tener donde hacerlo.
Pero a veces se ve ese aspecto únicamente, y los otros, vinculados al bienestar humano, a que la gente pueda trabajar mejor y demorar menos en lo que hace, se consideran menos. La consideración del bienestar animal no implica pensar que los animales sean más importantes que la gente, sino que los animales tienen que estar bien para que la gente también lo esté.
El otro aspecto muy importante es el comercial.
