Unos 30 trabajadores seguirán con tareas administrativas y de mantenimiento hasta que desafecten a toda la planilla.
La empresa Ecolat publicó este miércoles en su cartelera una nueva lista de funcionarios despedidos. Esto confirma la medida de cierre definitivo anunciada la semana pasada. De los 400 empleados que tenía la empresa láctea quedan en actividad unos 30 para cumplir tareas de mantenimiento y los ajustes finales previos al cierre de la planta del Grupo Gloria en Nueva Helvecia, Colonia.
La nueva lista de trabajadores despedidos se suma a los 90 empleados que ya están en el seguro de paro y a los 110 despidos que se habían concretado a fines de enero.
Los 30 funcionarios que seguirán activos hasta el cierre total son empleados de áreas administrativas, financieras y de mantenimiento de máquinas de Montevideo y Nueva Helvecia, informó a El Observador el secretario del gremio de Ecolat, Javier Fandiño.
El vocero de la empresa, Roberto Bustamante, dijo a El País que ya empezaron a enviar los telegramas de despido y que quieren comenzar a pagar a partir de la semana que viene.
Este jueves se realizará una reunión en el Ministerio de Trabajo con participación de los diferentes actores del sector para tratar la situación, pero también las dificultades que a nivel global existen en el rubro, ya que otras empresas como Bonprole y Pili presentan también dificultades.
Trabajadores lácteos en conflicto
Los trabajadores de la Federación de la Industria Láctea (PIT-CNT) emitieron un comunicado este lunes que critica el accionar de Ecolat y se declaran en conflicto. La gremial sostiene que la empresa no dio una “respuesta de la forma acordada” en la negociación con los ministerios de Trabajo, Industria y Ganadería, sino que “cinco horas después por un comunicado de prensa anuncian su retiro del mercado”.
El PIT sostiene que “quedan 350 familias sin sustento en base a su trabajo de manera directa y muchas más de manera indirecta” y que el cierre “hace tambalear a una ciudad como Nueva Helvecia”, que “había depositado su confianza en inversores que proponían mantener los principios de responsabilidad empresarial”.
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