El arribo del principal productor individual de productos lácteos a nivel global, la francesa Lactalis, sacudió el tablero de la industria uruguaya, en momentos donde el sector claramente no atraviesa por su mejor momento, pese a la incipiente recuperación que mostraron las últimas cuatro licitaciones de Fonterra.
Para Parlamat -una de las marcas que controla el grupo Lactalis-, que asumirá la control de Indulacsa, en Uruguay será una especie de revancha tras su salida del país en 2005 envuelta en una grave crisis que la obligó replegarse en varios países.
Parlamat informó en un comunicado fechado el pasado 28 de enero que llegó a un acuerdo para adquirir un grupo de empresas que operan en México y están especializados en la producción y distribución de quesos, con posiciones de liderazgo en las categorías en las que operan.Con la operación, el grupo Parlamat sumará una cartera de marcas como La CampesinaHolandesa, Esmeralda –propietarios de Indulacsa-, El Ciervo, y Mariposa. En total, estas líneas tienen más de 4.000 empleados y incluyen cuatro plantas industriales, una en México, dos en Uruguay (Salto y Cardona) y otra en Argentina. En 2013, estas marcas facturaron US$ 197 millones. El precio de la operación se fijó en US$ 105 millones, siempre y cuando la deuda financiera neta no sea superior a los US$ 48 millones al momento del traspaso definitivo.
El grupo Lactalis es el mayor productor de productos lácteos a nivel mundial. Tiene una facturación de unos US$ 18.000 millones anuales. Empela a 61 mil trabajadores en 70 países. Anualmente recoge una producción de 15.000 millones de litros de leche. El 34% de su facturación proviene de la comercialización de quesos, 24% de leche para consumo y 13% de ingredientes lácteos. En 2011, adquirió el 83% de las acciones de la italiana Parmalat.
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