Las demoras en el cobro de exportaciones a Venezuela alcanzan a entre nueves meses y un año. El presidente José Mujica dijo que se instrumentará un nuevo mecanismo de pago utilizando el crédito que tiene Ancap para la compra de petróleo.
La mayoría de las empresas que colocan sus productos en el país caribeño enfrentan el problema. El cobro de las ventas en un plazo inferior a dos meses está reservado para excepciones y lo común es que quienes concretan operaciones tengan que esperar hasta 12 meses para hacerse de sus dólares.
«Con Venezuela sigue todo igual, sigue muy complicado. Hay algún caso que funciona, como Conaprole, pero para el resto es muy difícil. Casi todos tienen problemas. Siempre ha sido complicado en los últimos tres o cuatro años, pero ahora lo es un poco más. Así se hace muy difícil cualquier operación», dijo a El País, el presidente de la Unión de Exportadores, Álvaro Queijo.
Las demoras responden al retraso que existe para acceder a los permisos de importación, ya que en Venezuela no está permitido ingresar mercadería que se produzca en el país.
En esos casos los compradores deben justificar la operación mediante la realización de trámites.
La otra dificultad está dada al momento de acceder a los dólares para efectivizar el pago. La adquisición de moneda extranjera es autorizada por el gobierno a través de dos mecanismos. Uno es la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) que vende dólares a sectores específicos. El otro es el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), que ofrece la moneda a través de subastas que se realizan cada tanto.
Los atrasos en varios rubros de exportación han obligado incluso a que se tengan que realizar gestiones a través de la embajada uruguaya en Caracas para que se haga un seguimiento de los pagos y de esa forma agilizar las transacciones. Asimismo, si bien el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur es considerado como una posibilidad de ampliar las colocaciones, existe incertidumbre respecto a si este tipo de trabas desaparecerá en el futuro.
Esta semana, el presidente Mujica dijo en una entrevista en TV Ciudad que se facilitará el pago a los exportadores uruguayos utilizando el mecanismo de financiación que tiene Ancap para la compra de petróleo a Venezuela, tras una reunión que tuvo con el mandatario venezolano Nicolás Maduro. Ese país le cobra el 75% al contado y el otro 25% lo financia a 15 años. Según Mujica, se utilizará la mitad del crédito y el resto, Ancap lo volcará para el pago a los exportadores. Del 75% que se abona al contado, Venezuela retendrá una parte similar para saldar deudas con empresas uruguayas.
«Tratamos de inventar un mecanismo de pago que fuera soportable para ellos y que nos permitiera a nosotros exportar alimentos que es lo que ellos más necesitan», dijo Mujica. Consultado sobre el punto, Queijo indicó que no está en conocimiento del acuerdo. De todas formas, indicó que en varias oportunidades se intentó poner en funcionamiento un mecanismo similar, pero «sin éxito».
En tanto, en el mes de octubre el gobierno venezolano presentó en Uruguay el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) que busca ser una herramienta para facilitar el intercambio comercial entre algunos países de la región. Uruguay ya solicitó su ingreso al sistema que es integrado actualmente por Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua y ahora debe ser aprobado por el Parlamento.
Para Queijo la herramienta podría ser una solución, aunque marcó matices, porque Venezuela no incluye el petróleo dentro del Sucre.
«Uruguay no tiene otro producto en la balanza comercial que venda Venezuela como para que se compensen las importaciones con las exportaciones. Prácticamente lo único que importamos de Venezuela es petróleo. Sería como que Uruguay dijera que integra el Sucre pero no lleva lácteos que es el principal rubro de exportación», indicó.
Venezuela es el cuarto comprador de mercadería uruguaya, según datos de la Unión de Exportadores. En el acumulado anual las exportaciones son de US$ 386,8 millones.
«Con Argentina está igual o peor»
«Con Argentina sigue todo igual o peor», dijo a El País el presidente de la Unión de Exportadores, Álvaro Queijo respecto a la relación comercial con el país vecino. Según explicó, la mayoría de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) que realizan los compradores de ese país están siendo negadas y los clientes argentinos no tienen «ninguna confianza en el abastecimiento desde Uruguay». El requisito de tramitar la DJAI fue instrumentado en 2011 por quien era en ese entonces el secretario de Comercio Interior de Argentina, Guillermo Moreno, principal impulsor de medidas proteccionistas. Esa medida se sumó a las licencias de importación no automáticas que estuvieron vigentes durante varios años y que luego a principios de 2013 fueron derogadas. Pese a eso, lejos de flexibilizarse, las trabas al comercio no disminuyeron y las restricciones se mantienen sin que existan señales positivas para los exportadores.
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