Cuando se habla de producir más y mejor hay cosas que rompen los ojos y que quienes están en la actividad las conocen muy bien, pero que parece que otros las desconocen o no tienen interés en solucionarlas. 
Los costos de producción en los tambos son una limitante para los productores y contra los que hay que corren y atenuar con mayor producción. Para hacer una hectárea de pradera hay que desembolsar US$ 100 en fertilizantes, mover un tractor para dar de comer a 150 vacas cuesta por día US$ 200 y si a ello le sumamos el costo de la energía eléctrica son gastos demasiado importantes sobre los cuales los tamberos no pueden hacer frente.
Para que una vaca produzca hay que darle de comer, no hay otra alternativa y en esta época del año es bastante más difícil y más onerosa porque combustibles, insumos y energía son costos que los asume el productor a su riesgo, y si los precios no ayudan son preocupaciones reales.
Hace poco se hablaba de luces amarillas, hoy se podría decir que cambiaron a rosadas y con un tono tirando a rojo.
Cuando los valores internacionales de los productos lácteos están cayendo y la industria se vio obligarla a bajar la leche, la ecuación económica porteras adentro de los establecimientos, si daba justa, hoy ya parecería no dar.
ACIDOSIS EN LOS GANADOS. Se están notando inconvenientes de acidosis en los ganados y es conveniente no descuidar ese problema.
Silos de grano húmedo recién hechos están con niveles altos y ello afecta directamente a las vacas, por lo que se recomienda consultar con los técnicos para mejorar las dietas de los animales y que se minimice el problema todo lo que sea posible.
Dar fibra con fardos para equilibrar ese desbalance nutritivo es la mejor opción para que el problema no pase a mayores, ya que una vaca con esos inconvenientes queda prácticamente fundida productivamente.
Fuente: todoelcampo.com.uy
