Uruguay: Clima, precios y gastos le pegan duro a los tambos

Tres elementos se están combinando para complicar la vida a los tamberos y en cierta medida, amenazan el crecimiento del sector.
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Tres elementos se están combinando para complicar la vida a los tamberos y en cierta medida, amenazan el crecimiento del sector. La baja de precios internacionales, el déficit hídrico por la falta de lluvias y el financiamiento de la estación otoñal, donde las reservas de comida son básicas para poder continuar produciendo leche en el invierno nublan el horizonte.
«Un menor volumen de leche y la caída de los precios están complicando», aseguró a El País el presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, Horacio Leániz.
Generalmente la producción de leche en este mes crece por los partos, pero curiosamente está cayendo por la falta de comida; los verdeos no nacieron y el pasto en el campo se terminó. A la vez, el uso de reservas está condicionado por problemas de financiamiento, pues la seca provocó un aumento de los gastos.
«Los productores que no presupuestaron el nuevo escenario, en definitiva hoy están en una situación complicada. Los dos o tres meses que vienen por delante serán más complejos. No es un escenario caótico, pero sí de alerta máxima», destacó Leániz.
Por su parte, el presidente de la Intergremial de Productores de Leche (IPL), Sergio Filgueira, como el resto de los productores del norte, vive situaciones más complejas que los del sur. «La gente viene gastando mucha plata en reservas», le dijo a El País.
Al igual que en otras zonas, en Paysandú apenas llovieron 30 milímetros la semana pasada, sigue el calor y el índice de evaporación es alto. Así no hay cultivo que pueda nacer.
«Los productores están comprando mucho grano y subproductos, pero a la vez, están cobrando la leche de los peores meses (febrero y marzo). Si bien en pesos la leche bajó 4% —para marzo en el caso de Conaprole y para abril en el caso de Pili— traducido a dólares nos pega. Cuando se van a traducir los litros de leche en dólares es cada vez menos», aseguró el titular de la IPL. A la vez, se usa el doble de insumos.
El tambero está entre la espada y la pared. No hay otra salida que mantener el ganado a suplementos y eso ocasiona más gastos todavía.
«Hay vacas que vale la pena tenerlas encerradas, porque todo el grueso de lo recién parido es la apuesta del productor y pensás que en algún momento va a llover y la situación cambiará. Las otras es como cambiar la plata. Las vacas paridas del año pasado ahora están encerradas para mantenerles el estado para cuando llegue el momento de secado», agregó.
Por lo general las vacas secan (dejan de producir leche) dos o tres meses antes del parto, pero ahora hay casos de productores que las están secando entre cuatro y cinco meses antes.
La industria lechera también está muy preocupada, porque se exporta poco y Venezuela, principal destino para los quesos, sigue sin comprar. «Los productores sienten una sensación de inseguridad hacia adelante en cuanto a baja de precio y miedo por no poder recuperar valores. La industria vive un momento de cautela. Venezuela no compra y no se puede acumular meses y meses de queso. Todo tiene límites», dijo una fuente de la industria.
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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