#Uruguay: Bienestar Animal: Hay que explotar las ventajas

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Relevamiento mostró bien parado al país, pero hay que avanzar más.Cada vez está más claro que el bienestar animal tiene que ver con el bienestar humano. Un estudio primario en 32 tambos muestra que Uruguay está bien parado en lechería, pero aún queda mucho por mejorar en instalaciones y en manejo.
A través de un proyecto presentado al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) por la doctora Estela Marís Huertas, se midieron parámetros de bienestar animal en 37 tambos que representó el primer diagnóstico para Uruguay.
La iniciativa, liderada por la doctora Elena de Torres, especialista en bienestar animal en el sector lechero, evaluó instalaciones, ciertas prácticas de manejo (arreo y ordeñe del ganado entre otras) y parámetros en el animal (renguera, lesiones en los pezones, suciedad, etc.). Los primeros datos mostraron que Uruguay está bien parado, pero hay puntos críticos que atender para que, en un futuro, no se pierdan mercados, porque los consumidores están cada vez más preocupados por este aspecto.
En paralelo, se puso en marcha un programa piloto que abarca también a las lecherías de Argentina y Chile, donde se miden parámetros comunes y comparables, donde están interviniendo industrias lácteas y laboratorios.
«Tratando de entender cómo es la sicología de los animales, vamos a poder trabajar con ella de una forma más simple, vamos a demorar menos tiempo y vamos a correr menos riesgos», dijo a El País Elena de Torres, mostrando con convicción que «nunca está contrapuesto lo que es el bienestar animal con el humano y nadie está pensando que las vacas son más importantes que la gente».
La experta recordó que hoy al consumidor «le interesa cada vez más saber de ese producto que va a consumir, de dónde viene y en qué condiciones fue producido. Antes eso no tenía importancia».
«Ahora interesa que provenga de animales que viven en buenas condiciones, que viven en un hábitat natural y esa es una fortaleza que tiene Uruguay como país que no la explotó suficientemente», sostiene De Torres.
La lechería uruguaya tiene una fuerte base pastoril. La mayor parte de la dieta animal es el pasto y es un sistema que desde el punto de vista del consumidor es muy bien valorado. «Es importante que mantengamos esa fortaleza y no pasemos a sistemas que se dan en otros países con más estabulación y mayor concentración de animales que tiene sus contras, incluso desde el punto de vista del bienestar animal», alertó la especialista.
RESULTADOS. En la producción lechera uruguaya hay una tendencia a que cada vez existan menos tambos. Eso repercute en una mayor dotación de animales por hectárea y eso hace que existan instalaciones que están subdimensionadas.
«Hay casos de tambos que se hicieron para ordeñar 100 vacas y terminaron ordeñando 300 vacas. Eso influye en el bienestar, porque las vacas están más tiempo en la sala de ordeñe. Por otro lado los caminos que se hicieron estaban hechos para menos vacas y pueden incrementarse los problemas podales», explicó la experta.
El relevamiento mostró que «el 86% de los caminos eran regulares y malos, no sólo por la forma, sino por los materiales con que se hicieron. Hay toda un área para investigar mucho. Muchas veces los animales caminan muchos kilómetros para llegar al tambo y eso complica cada vez más los problemas podales», recordó la experta.
A nivel de salas de ordeñe, sólo el 29% eran buenas con relación a los animales que tenían y en un 81% habían escalones, ángulos rectos y otro problemas a corregir. «Hay que entender que la mayoría de esas salas se hicieron en una época donde nadie sabia nada sobre bienestar animal. Hay muchas salas que se hicieron hace 30 o 40 años», recordó la especialista.
También hay deberes para hacer en otras instalaciones, como los corrales de espera (donde esperan las vacas para entrar y ser ordeñadas). Entre el 28 y 30% de los corrales de espera eran malos, tenían pisos con desniveles, ángulos rectos, eran con deficiente drenaje.
«Muchas veces eso responde a que se agrandaron para que entraran todas las vacas, porque en principio estaban diseñados para menos animales», dice De Torres. El 48% eran regulares y sólo el 24% estaban en condiciones. En este punto hay mucho para hacer.
En cuanto a bebederos, se detectaron problemas en el 63% de los inspeccionados, que eran regulares o malos. «En muchos casos las vacas tomaban y la reposición de agua no lograba llenar el bebedero o no habían sido limpiados adecuadamente. Esto cambió mucho con los proyectos del Programa de Producción Responsable (del Ministerio de Ganadería) que se hicieron el año pasado para mejorar el acceso del agua a los animales. Esos apoyos han sido muy importantes y mejoraron en ese aspecto», reconoció la investigadora uruguaya.
FORTALEZAS. Pero así como se detectaron puntos flojos, también salieron a luz varios puntos fuertes que muestran avances en bienestar animal.
El 80% de los arreos se hacen correctamente. Las rutinas de ordeñe, en su mayoría eran buenas, pero había cosas para mejorar respecto al sellado de los pezones y al retiro de las pezoneras tras el ordeñe.
El problema es que en la mismas salas se ordeñan más vacas y en muchos casos, las salas se hacen muy largas y eso favorece el sobre ordeñe de los animales.
Por otro lado, el relevamiento detectó que el 62% de los trabajadores del tambo reciben un estímulo económico por la calidad de la leche que obtienen y en este caso el bienestar animal pesa. «El 91% de las personas reconocía a las vacas por las ubres o por las caravanas. La mayoría conoce a las vacas», dijo Elena de Torres, marcándolo como una gran fortaleza y una gran diferencia con otros rubros como la ganadería.
Por otro lado, se comprobó que es mano de obra con mayor grado de preparación educativa y eso facilita mucho el aprendizaje de las nuevas tecnologías y la comprensión de un problema tan nuevo como el bienestar animal.
«El tambero tiene una relación muy cercana con sus animales. Voy a establecimientos donde hay 150 vacas y todas tienen nombre. Creo que a pesar de que no se trabajó sistemáticamente en bienestar animal, creo que hay un ambiente propicio para trabajar en la materia», destacó la investigadora de la Facultad de Veterinaria.
La lechería uruguaya tuvo un gran aumento en la producción en los últimos años y ese incremento se dio en base a la mayor producción por vaca. Los establecimientos son cada vez menos, los tambos tienen más vacas cada vez y esos vientres producen más leche. Eso aumenta el estrés en los animales y el bienestar animal pesa cada vez más.
La investigación continúa y se centra en una evaluación con parámetros comunes para Chile, Uruguay y Argentina que ya está en marcha, tras la creación de un cuestionario de evaluación común. Los tambos son elegidos al azar.
PABLO ANTÚNEZ
El País Digital

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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