El Poder Ejecutivo publicó la pasada semana un decreto que actualiza la implementación del Sistema Nacional de Calidad de Leche (SNCL) que ahora dejará de estar bajo la órbita del Ministerio de Ganadería para que sea controlado por el Instituto Nacional de la Leche (Inale). Según del decreto, la leche recibida por las empresas lácteas para su posterior procesamiento industrial deberá cumplir con un mínimo de grasa de 2,9 gramos cada 100 cc y proteínas de 2,7 gramos cada 100 cc. Además, la leche remitida a planta deberá ser analizada con una frecuencia mínima semanal.
Por otro lado, se fijaron los valores máximos para recuento de células somáticas y recuento bacteriano que se irán ajustando progresivamente en el tiempo. En este sentido, con la entrada en vigencia del decreto el recuento bacteriano máximo permitió por mililitro será 500.000 y de 800.000 para las células somáticas. Al año de entrada en vigencia del decreto, el recuento límite de bacteriano bajará a 300.000 y el de células somáticas a 600.000. Finalmente, a los tres años de la nueva normativa el máximo permitido en el primer caso será de 100.000 y de 400.000 para las células somáticas.
El productor que acumule dos análisis consecutivos en el último trimestre móvil por encima del límite establecido en células somáticas quedará en infracción. La normativa también obliga a las empresas a informar al productor el resultado de los análisis en un plazo no mayor a un mes. Asimismo, el Ministerio de Ganadería podrá exigir a las empresas habilitadas para la exportación, el cumplimiento de normas de calidad de leche más estrictas, en respuesta a exigencias de certificación de los mercados compradores.
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