Rep. Dominicana: Competitividad: Reto de la ganadería dominicana

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En República Dominicana se producen menos de cinco litros diarios de leche por cada vaca.
Los altos costos de los insumos, en su mayoría importados, y los obsoletos sistemas de producción que imperan en las fincas ganaderas del país son algunos de los escollos que han dificultado mejorar la competitividad en la producción de carne y de leche.
Esta situación ha impedido que se logre la autosuficiencia lechera, a pesar de que todos los años se habla de que la producción mejoraría con la finalidad de convertir a los ganaderos dominicanos en grandes exportadores de carnes. Todo se ha quedado en el discurso.
Estas informaciones están contenida en el informe “Reconversión de la Ganadería Dominicana”, preparado por el especialista en producción de pastos y forraje del país, Lidio Martínez Cairo.
El documento establece que el número de cabezas de ganado bovino en el país es de alrededor de dos millones 500 mil. Esa baja población hace cuesta arriba lograr las metas trazadas para una mayor producción. Pocas vacas no dan mucha leche.
Otro escollo para desarrollar el sector ganadero, según este especialista, s la falta de un financiamiento atractivo con tasas y plazos adecuados así como la exigencia de garantía hipotecaria de parte de los bancos nacionales. Para tratar de solucionar esta problemática, los ganaderos dominicanos han recibido varios impulsos, entre estos los créditos supervisados y los programas de extensión como son Proceple, Procofo y Megaleche, entre otros.
Martínez Cairo sostiene que este crédito es esencial, pero sin las ofertas tecnológicas adecuadas no será tan efectivo. Es un buen incentivo para hacer que prospere el campo e impulsar un verdadero desarrollo agrícola.
Propone a los ganaderos mejorar el pasto, pues es el alimento más abundante y barato. Para lograrlo es imprescindible renovar los potreros con siembra de pastos de alta producción, acompañada de un buen manejo. Además, la producción pecuaria nacional necesita cambios profundos como el que brinda la siembra y conservación de especies arbóreas y arbustivas en los sistemas ganaderos.
Producción
El informe indica que la producción de leche en el país es bastante baja, menos de cincos litros diarios por vaca, producto de una deficiente alimentación y una genética inadecuada, por lo que es factible que los ganaderos aprovechen la oferta de preñeces a través del trasplante de embriones de alta calidad genética con razas y cruces que hacen laboratorios públicos y privados.
Entre las soluciones que se plantean para mejorar la producción ganadera están que los ganaderos conviertan sus hatos a doble propósito, así como la utilización de la tecnología de semen sexado (para aumentar la producción de hembras).
Según el informe “Semen sexado, una técnica que llegó para quedarse” que aparece en el sitio web producción-animal.com.ar, el semen sexado contiene 90% de espermatozoides, cuyo cromosomas son X. Esta selección se realiza al separar los espermatozoides X de los Y.
Según Martínez Cairo, el ganado necesita también pastar en lugares donde existan abundantes sombras. Aunque los ganaderos crean que estas le motivan a comer menos, lo cierto es que aumenta el contenido de proteínas de tres a cinco unidades porcentuales y la productividad en la época seca.
Afirma que la producción lechera genera mayor carga de calor, por tanto los árboles son los mejores amigos para mejorar el confort del ganado. Estos permiten que las temperaturas se mantengan agradables y ayudan a disminuir el estrés que deprime el apetito y el consumo voluntario.
“El clima cálido que impera en República Dominicana hace que las vacas consuman entre 12 y 13 kilos de materia seca por día, las de clima más templado consumen entre 18 y 20 kilos”, sostiene Martínez Cairo.
Estas dificultades del clima dominicano para la producción pecuaria han llevado a instituciones como la organización internacional Acción para el Medio Ambiente y el Desarrollo (ENDA, siglas en inglés y francés) a introducir mejoras en los sistemas silvopastoriles.
Los sistemas silvopastoriles son una opción en la producción ganadera que integra la presencia de árboles o arbustos que interactúan con los componentes tradicionales (forrajeras herbáceas y animales).
El informe dice también que los productores dominicanos han diversificado sus pastos con la siembra de especies forestales como: teca, melina, cedro, samán, caoba hondureña y acacia magium. De estas especies la más preferida de los ganaderos es el cedro por la gran demanda de la madera y el poco interés del ganado por su follaje.
El especialista asegura que estas plantaciones pueden usarse para producir madera, leña, carbón y virutas (que luego se queman en calderas industriales para producir combustible). Es importante que los productores nacionales asuman ese negocio.
Recomienda a los ganaderos dominicanos convertirse en ganaderos-agricultores, que además de sembrar árboles maderables o frutales siembren forrajes de alto valor nutritivo como son las leguminosas (hierbas, matas, arbustos y árboles).
Sanidad Animal
Martínez Cairo valora que al Gobierno le conviene dar soporte y asesoramiento para el control de las enfermedades que afectan la producción animal, entre estas la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR), la brucelosis, leptospirosis bovina, la tuberculosis, y la tricomoniasis, entre otras.
Afirma que la brucelosis y la tuberculosis son las dos enfermedades que han causado mayor estrago en la ganadería, por lo tanto el Gobierno ha puesto en manos de la Dirección General de Ganadería los recursos necesarios para combatirlas.
“Esas enfermedades reducen significativamente la economía de los hatos lecheros y limitan el reforzamiento de los programas de control de parásitos”, dice Martínez Cairo.
El costo de la energía eléctrica representa la mayor carga económica para los productores de leche en la extracción del agua de los pozos, el ordeño mecánico, la iluminación de las áreas de ordeño, la refrigeración y la iluminación de las casas de los empleados.
El especialista propone a los ganaderos buscar vías alternas que produzcan energía a bajos costos y le ayude a disminuir la facturación. Entre esas alternativas están: la energía solar, eólica, gas natural, biomasa y biodigestores. La más barata y fácil de instalar es la solar.
Otra limitante que debe ser superada, de acuerdo a Martínez Cairo, es la falta de conciencia de las buenas practicas ganaderas, que se reflejan en la ausencia de agua de calidad para el ganado, el lavado de los utensilios e higiene del personal, así como en la falta de planes, registros y controles en los procesos de producción, instalaciones en mal estado y un manejo inadecuado de los desechos.
Es partidario de que la propuesta del Gobierno sobre la Certificación en Buenas Practicas Ganaderas debe estar acompañada de un programa de capacitación, que genere cambios significativos y amplitud mental hacia estos nuevos hábitos para lograr que tanto la carne como la leche lleguen a la cadena de distribución y a los consumidores finales a precios adecuados.
El experto recomienda además que las razas o cruces a utilizar para mejorar la competitividad del ganado, deben tener la capacidad de reproducirse en corto tiempo de tal manera que un novillo de entre 24 y 36 meses pueda llegar sobre los 400 y 450 kilogramos vivos al matadero.
Sostiene que esas razas o cruces deberán adaptarse a las altas temperaturas que se registran en el país.
Martínez Cairo asegura que la falta de agua es una de las principales limitantes en la producción nacional bovina, por tanto al emplear las energías alternativas y en el caso específico de la solar se podrían resolver algunos de los problemas del sector.
Dice que para relanzar la ganadería nacional es insuficiente sembrar pastos mejorados que desaparecen antes de los cinco años, producto de las malezas, por lo que sugiere fertilizarlos y manejarlos con eficiencia.
En la relación al mejoramiento de los sistemas silvopastoriles, puso de ejemplo un proyecto que auspicia la empresa minera Barrick Gold, en su zona de influencia, donde además del componente de pasto y árboles, se añaden bancos de proteínas de doble piso. El especialista dice que los forrajes de alto valor nutritivo adhieren nitrógeno del aire y que las arbóreas y arbustivas forrajeras extraen nutrientes de las profundidades de los suelos, a la que no llegan las raíces de los pastos que se cultivan tradicionalmente.
Explica que algunas de esas especies no son leguminosas, pero tienen hongos micorrizas asociados al sistemas radicular que le facilita la extracción de fósforo y otros nutrientes, de suelos con bajo nivel en estos elementos.

elDinero

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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