Puno, conocido por la calidad de su producción lechera, debería ser la potencia del sur del país; no obstante, a casi 5 años de desventaja del máximo referente (Argentina), el mercado local emerge en medio de la desidia del Estado y políticas agrarias desfasadas que no ayudan al crecimiento del sector. Julio Carcausto Ñaupa, especialista de PRADERA I y el programa ProLeche, explica el esfuerzo de los productores por salir a flote y empoderarse en el sector.Desde que el programa PROLECHE interviene, ¿En cuánto se ha incrementado la producción de Leche?
Aproximadamente en 20% a nivel regional, habiendo extremos de producción lechera diaria de 15 a 18 litros por vaca o extremos menores también de 3.5 litros por animal.
En lo que refiere a derivados de la leche, ¿Cuántas queserías existen en la región?
San Francisco-Pucará, Galac-Atuncolla, Tutilac-Pomata, Vanesa-Macarí y Naturalito-Cabanilla, se han formado como pequeñas queserías, pero tenemos que impulsar a que estos centros de acopio se conviertan plantas procesadoras. Ya están estandarizadas, cumplen con las normas técnicas de salubridad, equipamiento y nivel de producción; también cuentan con certificación de DIGESA. También son proveedores del programa Qali Warma y supermercados como Plaza Vea.
¿Cuál es el volumen de producción diario de leche?, ¿se tiene la leche de mejor calidad?
210 mil litros diarios a nivel regional de vacas Brown Swiss. El ganado criollo o entrecruzado produce 3.5 litros, pero gracias a las crías logradas por inseminación se ha elevado de 8 a 15 litros. Queremos llegar a los 400 litros a nivel de las 8 cuencas reconocidas con las 320 organizaciones en las que intervenimos en 11 provincias. Además, tenemos la mejor leche por su densidad, calidad de grasas, minerales y vitaminas; eso depende mucho del tipo de alimentación y ello condiciona a una mejor calidad de sus derivados.
¿Aparte de ser unidad ejecutora, se promueve la organización de los productores?
Atendemos a grupos organizados. Empezamos con el aseguramiento de la alimentación, asistencia técnica, implementando ordeñadoras. Luego se pasa a la siguiente etapa con la implementación de queserías, cumpliendo la cadena de valor de este primer eslabón.
¿Qué otras regiones representan una competencia para Puno en este campo?
Puno no está en los mejores niveles de competitividad, pero estamos trabajando para superar eso. De alguna forma, Cajamarca, La Libertad, Lima, Arequipa y parte de Huancayo, son las regiones más competitivas. Nuestro objetivo es alcanzar esos niveles, pero fundamentalmente un mercado que no sea volátil.
¿Qué se tiene que mejorar para alcanzar ese nivel de competitividad?
Tenemos altos niveles de producción de leche, pero falta estandarizarnos y fortalecernos en todo el proceso de comercialización, mercadeo y ventas.
A nivel de Sudamérica, ¿cuáles son los máximos referentes?
La ganadería vacuna y lechera está bastante desarrollada en Argentina. Nosotros hemos replicado sus experiencias y tecnologías en el manejo de pastos, ordeñadoras que son de la industria argentina. Ellos nos llevan menos de cinco años de ventaja.
¿Cómo hacer para superar esa ventaja que nos llevan los argentinos?, ¿la inversión del Estado es escasa en el sector?
Tiene que ver con políticas de gobierno productivas. No se nota la tan anunciada revolución agraria propuesta en época electoral. Tampoco se perciben los beneficios del TLC. Además, parte de la escasa inversión en el sector, las políticas están desfasadas y así no podemos adecuarnos a las nuevas tecnologías ni compatibilizar con otros aspectos.
¿No es irónico que teniendo tanto potencial exista tanta pobreza, cuando deberíamos ser potencia del sur del país?
Depende de la decisión política. Debe darse una mirada más realista al sector y virar la producción hacia el sustento económico de las familias. ¿Por qué la gente migra del campo a la ciudad?, porque no encuentran oportunidades, y lo que debería hacer el Estado es ayudarles a crear su fuente de ingresos.
¿Por parte de los productores?
Es importante inculcar el nivel de organización. No se trata sólo de exigir, sino de llegar a niveles de planeamiento, formular propuestas y proyectos y que se empoderen de ellos. Se trata de tener un brazo gremial que tenga un petitorio y a la vez acciones productivas y empresariales.
