El dirigente de los productores de leche de traspatio, Gabino Soto Jiménez, dijo que el sector social y en concreto el campesino, necesita de comercializar su producto en forma directa para terminar con el «coyotaje» que siempre se lleva una buena parte de las cosechas y de la venta del ganado.
Incluso, puso como ejemplo que los lecheros de traspatio desde hace casi tres años hicieron los convenios con la empresa Chilchota para mejorar y poder reactivar su actividad y salvar unos mil quinientos empleos.
Lo anterior lo declaró tras ser parte de la comercialización que se «amarró» en días pasados con empresarios del Estado de Nuevo León, ello para la venta directa de cabezas de cabritos y borregos.
Por tal motivo, exhortó a los 120 productores de la Unión de Productores de Caprino, que preside Norberto Torres Galindo, a «jugársela» para tener las ganancias justas de sus ventas de cabrito.
Inclusive comentó que los intermediarios y/o «coyotes» se llevan hasta cien pesos por cada cabeza de ganado que venden, lo que en un volumen de 25 mil semestrales es una buena cantidad que pierden los productores.
Por ello, indicó que existen empresas bien intencionadas que ayudan a los productores, tal es el caso de Chilchota, en donde su director general, Carlos Herrera Araluce, ha puesto el ejemplo de tratar bien a los campesinos y sobre todo apoyarlos para mejorar sus productos y la producción.
A su vez, recordó que des hace unos tres años alrededor de 500 productores de leche de traspatio pudieron salvar su actividad, gracias al apoyo incondicional de la empresa Chilchota, al comprarles el producto a un precio justo, además de otorgarles créditos a la palabra para renovar su ganado, de ahí que habla muy bien de esta compañía.
En base a lo anterior, indicó que los caprinocultores deben de «jugársela» para vender su ganado en forma directa y tener las ganancias justas que les permitan mejorar su economía.
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