Desde que sale de la vaca, la leche toma muchos caminos… y en algunos se ha perdido.
Según expertos consultados por NEGOCIOS, este alimento se ha diversificado de tal manera, que es difícil para el consumidor identificar si lo que lleva a casa es en realidad leche.
A las variedades que ya se conocían, como entera, parcialmente descremada, semidescremada, descremada, con grasa vegetal y deslactosada, ahora se suman productos que contienen vitaminas, fibra y otros ingredientes que le apuestan a la mercadotecnia para captar mercados específicos.
Así, en algunos empaques se puede leer Total Digestión, Biorganic, Siluette Plus, Extracalcio y Extrafibra Mujer, 40 y Tantos; sin embargo, son marcas que al final no son leche, sino fórmulas o productos lácteos, dijo Sergio Soltero, director general del Consejo para el Fomento de la Calidad de la Leche y sus Derivados (Cofocalec).
Él estima que el 50 por ciento de los productos en el mercado no cumple con las normas de etiquetado y calidad, al venderse como leche sin serlo.
«Es serio porque los productos van cargados de almidones o son adicionados con calcio, vitaminas, fibra, etcétera (…); lo más grave es el engaño al consumidor», indicó.
Para Israel Macías López, jefe de la Academia de Economía de la Universidad Panamericana Campus Guadalajara, los productos lácteos se han convertido en súper alimentos que sirven para adelgazar y hasta cubren deficiencias nutrimentales.
De lo que se trata, añadió, es de sofisticar al producto aunque deje de ser leche con el objetivo de generar un sobreprecio que la gente al final paga con tal de acceder a sus beneficios.
En términos de producción, Macías López acotó que no es oneroso para las empresas agregar ingredientes.
«Se puede traducir en que la empresa se preocupa por nosotros y entiende nuestras necesidades, pero detrás hay una razón económica», advirtió Macías.
Para la mercadóloga Miriam Bretón, propietaria de MKT Bretón, se trata también de la competencia.
«Las marcas buscan la permanencia. Ahora tenemos una gran variedad de empresas en el mercado; además, el consumidor también se ha vuelto cada vez más exigente», comentó.
La Norma Oficial Mexicana (NOM) que regula a la leche, fórmula láctea y producto lácteo es la 155, y la Profeco ha realizado estudios para revisar su cumplimiento; de hecho, en el 2010 impuso una multa de 25.8 millones de pesos a 130 marcas por comercializar productos con información engañosa o alteraciones en su composición.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec), el consumo per cápita en el País es de 132 litros al año.
Cifras de la Sagarpa indican que la producción de leche el año pasado fue de 11 millones de litros, de los cuales, Jalisco aportó 2.07 millones de litros, manteniendo el liderato en esta actividad.
Para este 2014, el pronóstico es que la producción nacional llegue a los 11.1 millones de litros.
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