Autoridades detectaron venta de otros productos en algunos establecimientos del DF
Las tiendas Liconsa del país ofertan, además de la leche fortificada, los llamados productos chatarra como sopas instantáneas, chocolates, frituras y galletas.
De acuerdo con una solicitud de información hecha por EL UNIVERSAL, una de las irregularidades más frecuentes durante las revisiones es el condicionamiento de la venta de leche a la compra de estos productos.
«Las irregularidades que se han detectado se relacionan con el trato inadecuado de algunos concesionarios, distribuidores, responsables de puntos de venta o integrantes del Comité de Beneficiarios, condicionamientos de la venta de leche a la compra de otros productos y grafiti en las lecherías», explica.
Según datos de Liconsa, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), existen 5 millones 928 mil beneficiarios de este subsidio y la venta de otros productos está permitida cuando se realizan los contratos con los concesionarios.
«Previa autorización del organismo se tiene permitido ofertar otros productos que sean a leche fortificada; en términos de los estipulado en los contratos correspondientes, en los cuales se establecen los productos y condiciones de venta, trátese de concesión o distribución mercantil», señala.
Sin embargo, el sistema de repartición de leche no cuenta con un esquema para poder revisar los puntos de venta de manera periódica o sistematizada para poder evitar estas irregularidades y sólo se pueden hacer cuando los funcionarios realizan estas visitas.
Liconsa responde que «con base en el manual de procedimientos, se establece que la subdirección de beneficiarios efectuará visitas de supervisión aleatorias en los centros de trabajo, para revisar la operación del personal del área y del gabinete, así como la información documental y el sistema informático».
Pega inseguridad
En un recorrido hecho por este diario a puntos de venta en el Distrito Federal y el Estado de México comprobó la oferta de productos altos en azúcares y grasa en las tiendas; como cereales, galletas y sopas instantáneas.
Jesús Rodríguez, uno de los encargados de la lechería 9200196 en la colonia Guerrero, explica que como concesionario se obtienen 20 centavos por cada litro vendido, una ganancia de poco menos de 300 pesos por día «sin la tienda, no sale, nosotros intentamos mantener los precios bajos», señala.
También en esta lechería para evitar el rezago en la venta o que la leche expire en su fecha de caducidad se vende a los no beneficiarios, es decir, a quienes no cuentan con una tarjeta de Liconsa.
En las tiendas también ha afectado la inseguridad. Uno de los puntos de venta en el municipio de Ecatepec, la 1511082100, ha sido asaltada cuatro veces en lo que va del año; a pesar de estar frente a un módulo de vigilancia municipal. La lechería de Jesús también fue asaltada en abril, y como concesionario se debe pagar el 10% del deducible del seguro que no cubre la dependencia federal.
La Sedesol planea, este año, reforzar el sistema Liconsa redirigiendo los recursos del Programa de Apoyo Alimentario para que las familias adquieran productos alimenticios en el sistema.
Las reglas de operación establecen que en el marco del Sistema Nacional para la Cruzada Contra el Hambre, con el propósito de contribuir a que las familias beneficiarias cuenten con acceso físico y económico a los alimentos, la Coordinación Nacional (del Programa Oportunidades) podrá redireccionar el monto equivalente al apoyo alimentario y al apoyo alimentario complementario, para que las familias adquieran productos alimenticios en el Sistema Diconsa y lecherías Liconsa.
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