La reforma al campo apoyaría el desarrollo del sector, aseguran
Rosalba Amezcua
México dejaría de importar 80 por ciento de la leche que consume si en la reforma al campo se estimula la productividad del insumo y se hacen modificaciones al mercado.
A decir de Vicente Gómez Cobo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac), con estos factores, aunados a mayor cantidad de recursos, la producción del lácteo se podría duplicar en cinco o seis años.
Refirió que la difícil situación por la que atraviesa el sector lechero nacional se debe al incremento de las importaciones de productos lácteos provenientes de Estados Unidos, las cuales pasaron de 250 millones a mil 200 millones de dólares en la última década.
Mencionó que esta situación provocó que el país enfrente un déficit de más de 10 millones de litros de leche anual y dependa totalmente de la Unión Americana.
Consideró que la transformación del agro debe estar enfocada a ordenar el mercado para ser autosuficientes en 10 millones de litros diarios adicionales.
“Si se logra incrementar 10 por ciento de la producción con eficiencia, con las mismas unidades se podrían incrementar dos litros por vaca, sin aumentar infraestructura”, afirmó.
Mencionó que se requiere un precio adecuado para el ganadero, pues si se toma en cuenta que el valor actual de la tonelada de leche en polvo, es de alrededor de cinco mil dólares lo que equivale a un precio de 8.20 pesos por litro; mientras que a los ganaderos no se les paga más de siete pesos, sin tomar en cuenta el costo que representa la rehidratación del ganado y su transporte. “Las exportaciones apenas alcanzan 200 millones de dólares”, mencionó.
“Si los ganaderos lecheros pudieran acceder al mercado mundial, abastecer a industrias de otros países que fueran viables, en ese momento, los precios se intercambiarían más por la cercanía. En cambio, el ganadero mexicano está cobrando, en promedio, entre un peso y 1.50, comparado con los que cuesta traer la leche del extranjero”, indicó.
Para el líder lechero, es momento para que México se prepare en la producción de lácteos, especialmente porque de acuerdo con pronósticos de expertos internacionales para 2022 se prevé un desabasto mundial del producto.
Hasta hoy, el país no tiene señales de recuperación en cuanto a precio y producción, por lo que Gómez Cobo mencionó que en 2012, el país importó mil 200 millones de dólares mientras que para 2013 ascendió a mil 300 millones.
Indicó que para este año se espera una producción limitada con crecimiento de entre uno y dos por ciento, ya que arrastran cinco años de crisis; sin embargo, de hacerse las modificaciones, se podría hablar de un crecimiento de 10 puntos porcentuales.
En cuanto a la Cruzada Nacional Contra el Hambre (CNCH), el líder ganadero mencionó que la industria lechera está dispuesta a colaborar y unirse a esta política, aunque para ello requieren que Liconsa consuma 100 por ciento de la producción nacional para finales del sexenio y no sólo 70 de cada 100 litros, como ocurre actualmente.
En torno a la reforma fiscal, el líder de la Anglac, mencionó que no tendrá un impacto más allá del administrativo, e insistió en que es necesario tomar acciones en breve, esencialmente porque se espera que en seis años más se reduzca 40 por ciento el número de productores, lo que representaría la extinción de 80 mil de sus integrantes y la disminución del número de cabezas de ganado, equivalente a 15 puntos porcentuales.
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