La ciudad de «Nueva Helvecia», también conocida como la «Suiza de Uruguay», celebra desde hoy su 150 aniversario reafirmando sus tradiciones, como la pasión por la producción de lácteos o la heráldica, que se mantienen vivas a pesar de los años y de los 11.000 kilómetros de distancia que separan a ambos países.
La ciudad de «Nueva Helvecia», también conocida como la «Suiza de Uruguay», celebra desde hoy su 150 aniversario reafirmando sus tradiciones, como la pasión por la producción de lácteos o la heráldica, que se mantienen vivas a pesar de los años y de los 11.000 kilómetros de distancia que separan a ambos países.
Ubicada en el departamento de Colonia, a unos 120 kilómetros al oeste de Montevideo y a 18 del Río de la Plata, la población fue fundada el 25 de abril de 1862 por colonos en su mayoría suizos, pero también alemanes, austríacos y franceses.
A pesar de sus escasos 12.000 habitantes, es una pujante zona de desarrollo agropecuario, que tiene en la industria láctea su «carta de presentación», según la autoridades locales.
«Somos una colonia de gente trabajadora, esforzada y que mantiene las tradiciones de los primeros colonos», destacó a Efe María de Lima, la primera alcaldesa de una ciudad muy limpia y muy verde a la que solo le faltan las montañas, que escasean en el país sudamericano, para parecerse a un rincón de la nación helvética.
Nueva Helvecia se caracteriza también por el ritmo de vida lento propio de toda ciudad del interior, y por los emblemas y referencias a Suiza, visibles en las viviendas, plazas, parques, escuelas, cines, museos, iglesias y cementerios.
Según Belkis Tourn, octogenaria directora del Museo y Archivo Regional del Centro Cultural de Colonia Suiza, los primeros colonos llegaron escapando de una «situación económica muy preocupante», producto de la segunda revolución industrial europea, que «dejó a mucha gente sin su trabajo».
Eso, unido a «los informes favorables» enviados por un comerciante y agrónomo enviado por el gobierno suizo al Río de la Plata en 1856, hicieron el resto.
Los Helbling, Scheffelmeyer, Schüpfer, Meyer, Honnegger, Korber, Graf, Dornbirer, Hafliger, Fuessli, Laupi, Heier, Zehnder, Lauffer, Knamik, Pratter y Gabler fueron algunos de los que, tras dos meses de viaje en barco, llegaron al lugar en noviembre de 1861 para fundar la colonia pocos meses después.
No deja de llamar la atención que a comienzos del siglo veinte Uruguay fuera conocido como la «Suiza de América» por su bienestar económico y por su desarrollo social, sí como por su sistema bancario.
«Heredamos un compromiso social de los fundadores» y «la gente de la ciudad se vuelca mucho en el trabajo para la comunidad», destaca Lima sobre la ciudad.
El Cine Helvético, uno de los emblemas locales, «fue comprado por la gente», la Casa de la Cultura «pertenece a la comunidad», lo mismo que la Biblioteca, «que está cumpliendo 50 años», se vanagloria la alcaldesa.
La base de la economía de Nueva Helvecia es la agricultura. «Vivimos de la lechería y la quesería» y «podemos decir con orgullo que los mejores quesos de país están aquí», afirma.
La localidad es sede de la estatal Escuela de Lechería de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), donde se forman jóvenes uruguayos y de países de la región como técnicos en producción lechera y de otras industrias lácteas.
La limpieza, el orden y el respeto por el medio ambiente trasladan de inmediato al visitante mentalmente a alguna zona de la «pequeña joya europea».
También el hecho de que muchas de las casas presenten en sus fachadas los escudos de los cantones suizos de donde proceden los antepasados de los actuales residentes.
Los festejos por el 150 aniversario de su fundación, que se inician este sábado, durarán una semana y contarán con la presencia de la canciller federal suiza, Corina Casanova, que «traerá un saludo oficial del Gobierno» helvético, dijo a Efe el embajador suizo en Uruguay, Hans Ruedi Bortis.
El diplomático alaba la «limpieza, prolijidad y prosperidad de la ciudad» que «es muy llamativa y muy suiza».
«Aquí me siento como en casa», agrega Bortis, que visita casi semanalmente el lugar.
También participarán en el aniversario delegaciones del Parlamento suizo y los jefes de los gobiernos cantonales de Ticino y Friburgo, que firmarán convenios de hermanamiento con las autoridades locales.
La inauguración de obras y monumentos, la presentación de libros, desfile de trajes típicos, demostraciones aéreas, la degustación de alimentos, exposiciones, bailes tradicionales y actividades deportivas forman parte del programa de los festejos.
Jorge Figueroa
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