La mira en Japón para colocar productos lácteos

El mercado japonés surge como una nueva oportunidad para valorizar los lácteos uruguayos, más allá de que para las empresas no sea fácil exportar porque hay que enfrentar aranceles bastante altos (de 38%)
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Una reciente misión comercial del gobierno uruguayo, encabezada por el presidente Tabaré Vázquez, empresarios y jerarcas, sondeó la posibilidad de vender quesos y otros productos lácteos a futuro, aunque en algunos casos se hicieron negocios puntuales, por ejemplo con suero de leche.
“Japón es el cuarto importador de lácteos del mundo y es uno de los principales importadores de quesos. Es un mercado que de alguna forma abre la posibilidad de tener un valor agregado bien interesante, porque son importadores de quesos de alto valor en algunos segmentos de este mercado”, aseguró el gerente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Gabriel Bagnato. El jerarca, junto al presidente de Conaprole, Álvaro Ambrois y otros empresarios, mantuvieron contacto con importadores e interesados en los lácteos uruguayos, así en como conocer más las condiciones productivas del Uruguay.
En junio visitó Uruguay una misión de técnicos de la agencia nipona importadora de alimentos, los que recorrieron industrias lácteas y predios productivos, probando productos y en cuyo informe técnico, terminaron recomendando a Uruguay como un proveedor a tener en cuenta.
“Lo que percibimos es que no tenían un profundo conocimiento de las ventajas, la calidad y la trayectoria exportadora que tiene Uruguay como productor de lácteos. En la reciente misión trabajamos sobre eso, fuimos con material, con presentaciones y mostramos el potencial de la producción lechera uruguaya”, explicó Bagnato.
Tras su visita a suelo nipon, el gerente del Inale dijo que ese país “viene decreciendo en su producción nacional y por lo tanto, tiene una necesidad de comprar afuera. Sus proveedores normales hoy son Australia y Nueva Zelanda —en algunos casos hay tratados de libre comercio con Japón, tienen costos menores y la ventaja de la cercanía—, pero los japoneses están buscando abrir el mercado”, sostuvo.
Para el gerente del Inale, “es clave, en un momento donde el comercio de lácteos está con bastante dificultades, continuar marcando más presencia en mercados a los que ya se les exportó normalmente, pero no en un volumen interesante”.
Además destacó las ventajas de Japón como comprador, porque según dijo “es confiable y eso, de alguna forma da una sostenibilidad en los volúmenes de compra y en los precios pagados”. A su vez, para los lácteos uruguayos, así como para la carne —cuando se habilite el mercado para cortes bovinos frescos, desosados y madurados— ingresar al mercado nipón pesa mucho desde el punto de vista del marketing, además de una carta de presentación que también puede abrir otros destinos de altas exigencias en el mundo.
Más allá del sondeo de productos y de mejorar el relacionamiento comercial, a nivel gobierno queda como deber trabajar en la baja de aranceles, tanto para mejorar la inserción internacional de los productos uruguayos en el mundo, frente a una competencia que es cada vez más feroz.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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