El TLC con Estados Unidos es un tratado importante, pero no es el único. Va a haber, como en todos los tratados, unos que se sientan ganadores y otros que se sientan perjudicados.
La Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC) en su momento pidió acceso real (desgravación arancelaria), gradualidad y defensa con ayudas internas (subsidios directos con Agro Ingreso Seguro). Y casi todo se logró.
Hay oportunidades en azúcar, carnes, lácteos; pero una cosa son las oportunidades y otra lo que se hace en las fincas. Hay que mejorar en ciencia, tecnología, productividad, pero todo esto no sirve si el Gobierno no hace su parte.
Estamos atrasados en infraestructura. Tenemos que mirar puertos, aeropuertos, ferrocarriles, navegabilidad en río. Y hay cosas concretas como las redes de frío, la infraestructura de los distritos de riego, las plantas de secamiento, los silos de almacenamiento. Todo esto va a jugar para potencializar y defender la producción agropecuaria. De ahí que tengamos que aprovechar este tratado, como otros, para obtener el mayor beneficio posible.
El TLC con Estados Unidos ya es un hecho cumplido y hay que buscar alternativas para generar empleo en el campo y no simplemente excusas para despedir trabajadores en las fincas.
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