“La gente me decía: estás loco, cómo vas sembrar palma en las tierras de Casigua, éso no va crecer allí, vas a perder la plata. Pero yo siempre creí en el rubro que es hoy uno de los más prósperos de la región. 
Siempre apostaré al Sur del Lago y allí seguiré hasta que me muera, trabajando que es lo que yo sé hacer, y darle ejemplo a mis hijos de honestidad, lo mismo que me enseñó mi padre. Por eso estoy seguro que de este proceso saldremos fortalecidos”.
De esta manera, el fundador y presidente honorario del Grupo San Simón, Wilmer Pérez Carroz, respondió ayer ante la medida de ocupación temporal de una de sus empresas, Lácteos y Cárnicos San Simón, dictada el pasado miércoles, a través de la Gaceta Oficial, en la que también se nombró una junta administradora para “supervisar y controlar las actividades de la referida sociedad mercantil, hasta que finalice la medida de ocupación temporal”.
La empresa láctea y cárnica zuliana lleva ya 12 días militarizada. El despacho de productos lácteos a las redes públicas del Estado y privadas inicialmente se había frenado, pero a los dos días comenzó a fluir normalmente, según conoció el diario en esa oportunidad.
En entrevista a PANORAMA, don Wilmer, como todos le llaman, expresó con tono sereno: “Nosotros lo que queremos es que todo esto se aclare lo antes posible porque queremos seguir con nuestros proyectos y trabajando con el Estado.
Tenemos muchos planes nuevos, como el de la planta de refinación, y de instalar otra planta de leche de larga duración que generaría otros 600 empleos directos en los próximos 12 meses para sumar unos 1.900 trabajadores. También, tenemos un proceso activo para convertir a los obreros y empleados en accionistas de la compañía, facilitando el proceso mediante el financiamiento de las acciones correspondientes; pues la fuerza de San Simón son nuestros trabajadores”.
El fundador de la compañía líder en el país en producción de aceite de palma, explicó al diario que “a Lácteos y Cárnicos se le está haciendo una inspección sobre las importaciones que ha realizado, están revisando si se hicieron bien las compras, si se hicieron con licencias verdaderas, con los dólares Cadivi, dónde se compraron los productos, etcétera”.
“Estamos abiertos a las inspecciones, a que vean todos los documentos y papeles que requieran. Tenemos toda la disposición de ayudar, de colaborar con la junta administradora que ya está instalada en la compañía desde el jueves pasado”, enfatizó.
Don Wilmer, de 67 años, y de hablar rápido, hizo un paréntesis y rememoró sus inicios en el campo. “Mi padre Luis Ángel Pérez fue un visionario, empezó desde abajo, siendo obrero, cuando tenía 19 años, por allá en 1937 se fue al Sur del Lago a trabajar la tierra. Y yo, desde los 20 años, empecé a trabajar con papá, también de obrero, echando machete. Y de allí, con la ayuda de Dios, con constancia, con ganas de progresar y de hacer familia fuimos comprando parcelas, poco a poco hasta construir lo que se conoce hoy como San Simón”.
“Nosotros no somos una empresa de maletín, no señor. Son 80 años de tradición, son tres generaciones que llevan el campo en sus venas. En San Simón se produce localmente, es sinónimo de seguridad alimentaria. Todo lo que ha producido San Simón lo ha reinvertido en el país y éso está a la vista”, sostuvo el presidente de la compañía agroalimentaria zuliana.
Flanqueado por su hijo mayor, Wilmer José, quien es el presidente ejecutivo del grupo, el reconocido productor agropecuario, reiteró que “siempre hemos estado dispuestos a trabajar con el Estado, como lo hemos venido haciendo, nosotros prácticamente somos socios indirectos del Estado, ya que el 60% de nuestras ventas están destinadas a las redes públicas, como Mercal, Pdval, Abastos Bicentenario, e industrias Diana”.
“Estamos seguros que nuestros procesos administrativos están plenamente realizados de acuerdo con lo establecido en la legislación venezolana, y que no hay pruebas que puedan dar lugar a que la ocupación sea permanente”, sentenció con firmeza el empresario.
A ésto, su hijo Wilmer José Pérez, acotó que la medida publicada en Gaceta el pasado miércoles “abarca solo a una de nuestras empresas, no al grupo completo.
Sobre la operatividad de la empresa, aclaró que “la producción no está parada, está andando. Damos la garantía a los productores que se les va a pagar semanalmente su producción y también a los trabajadores. Creemos en el país, y queremos quedarnos en el país”, aseguró.
El empresario también garantizó el pago a la banca de todos los pasivos que tiene la empresa; “pues la compañía sigue en total funcionamiento”.
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