Propone limitar al 5% la sobreproducción de leche por ganadero para evitar una supertasa «multimillonaria»
El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) cree que «el fracaso» del decreto que desarrolló el paquete lácteo –toda una serie de medidas comunitarias– en el Estado español, publicado en octubre de 2012, es «evidente», por lo que pide modificarlo y, para ello, estructura sus peticiones en cinco puntos.
El primero de ellos, el relativo a establecer una duración mínima de dos años de los contratos por los que se regula la venta de leche en el sector, frente a los 12 meses por los que apuesta la norma actual.
De esta forma, según ha explicado el secretario general de UU.AA., Roberto García, en rueda de prensa, se protegería a los ganaderos gallegos de un eventual riesgo. Y es que algunos de ellos, de ciertas zonas de la provincia de Ourense y los que no se encuentran en las principales zonas de recogida, según García, se enfrentan a una situación inédita desde 1986: «quedarse sin que se les recoja la leche».
Por ello, la fijación de una duración mínima de dos años de los contratos entre productores y receptores –industrias u otros primeros compradores– les daría margen para adaptarse al escenario sin cuotas lácteas que se abrirá el 1 de abril de 2015. De ahí que Unións quiera que este tiempo de duración de los contratos esté «operativo» en la renovación de los contratos este mismo julio.
Esa es la pieza clave de su planteamiento, el que trasladarán por escrito tanto a la nueva ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, como a la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, según ha indicado García.
Sus otras reclamaciones se refieren a cuestiones que esta organización agraria viene demandando en los últimos meses: que las industrias estén obligadas legalmente a presentar a los ganaderos un contrato por escrito que contemple precios, volumen y forma de pago; que se habilite la figura de un mediador para que realmente exista negociación entre las partes en un sector en el que se intercambia un bien perecedero; que se persiga la venta a pérdidas mediante la introducción de cisternas de leche de otros países en territorio gallego y que se fije un pliego de sanciones económicas para castigar a quien incumpla alguno de los anteriores preceptos.
«Hace 18 meses que se incumple el decreto del paquete lácteo y no existe ni una sanción. Es la mejor muestra de que no fueron más que una serie de medidas hacia la galería», ha denunciado García en su comparecencia ante los medios. Entre otros aspectos, ha recriminado que las industrias presentan bajadas «unilaterales» en los precios –de unos 4 céntimos de media esta primavera– y hacen una utilización «fraudulenta» de la posibilidad que recoge el decreto renuncia del ganadero a esa duración de 12 meses.
EVITAR UNA MULTA «MULTIMILLONARIA»
Por otra parte, pero todavía con la vista puesta en el inminente futuro sin cuotas, Roberto García ha propuesto que la Administración controle que en los contratos de esta última campaña no se supere una sobreproducción del 5%, para evitar el pago de una multa «multimillonaria» por lo que se conoce como ‘supertasa’ –el sobrepasamiento de la cuota asignada–.
Con este mecanismo, el secretario general del sindicato agrario entiende que se realizaría «una distribución equitativa» de las posibilidades de sobreproducción de los ganaderos, lo que implicaría impedir que algunos de ellos –los más potentes– entreguen a sus receptores hasta un 30% de leche más de la entregada en la anterior campaña, lo que «arrastraría al resto» al abono de la sanción.
A partir del 1 de abril de 2015, según sus pronósticos, el sector lácteo se va a mover en un sistema de oscilación de precios, por lo que, a su modo de ver, debería estar «muy pendiente» de cubrir el mercado interno, como lo hace, por ejemplo, el sector francés. También recomienda Roberto García «trabajar en elmercado industrial», a través de la unión entre industrias, bien sean de base cooperativa o industrial.
CIERRE DE 735 EXPLOTACIONES
Por último, García ha resaltado algunos datos de la campaña recién cerrada (2013-2014), en la que ha cifrado en 735 el cierre de explotaciones en Galicia, que sigue contando con unas 10.000 –el 50% de los ganaderos del conjunto estatal y el 40% de la producción de leche, aproximadamente–.
Estos cierres se produjeron, según el responsable de UU.AA., debido a la «incapacidad» de hacer frente a «pérdidas acumuladas», y pese al incremento del nivel medio del precio de la leche en origen, que ha fijado en un 19%, cuando subió un 14% para el conjunto de las comunidades –de ahí que el diferencial Galicia-Estado se acortase, pero siga por debajo de la media comunitaria–.
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