Durante seis campañas, desde que existen las cuotas, los ganaderos gallegos han tenido que hacer frente a multas por exceso de producción, la llamada supertasa. Una sanción que, desde la implantación de los topes lácteos a principios de la década de los 90, ha supuesto el desembolso de más de 50 millones de euros para el sector productor gallego.
¿Qué organismo impone la multa?
Las sanciones por exceso de producción provienen de Bruselas y se dirigen a cada estado miembro. Se recogen en la normativa comunitaria 1788/2003 y el Real Decreto 744/2011 y derivan en una multa de 27,83 céntimos por cada litro que cada país haya sobrepasado sus límites de producción establecidos.
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¿Cómo se cobran al ganadero?
Al contrario de lo que se piensa, la supertasa se aplica a las industrias, y no a los ganaderos. Aunque, lógicamente, son estos últimos los que la acaban abonando indirectamente esas sanciones bien en retenciones en los recibos mensuales de liquidación de la leche, bien a través de requerimientos de las propias empresas lácteas.
¿Cuándo se sabrá si finalmente hay multa por producir de más?
La presente campaña láctea termina el 31 de marzo por lo que hasta, al menos, un par de meses después no se habrá realizado el balance definitivo de la producción española. Antes de calcularse si habrá o no supertasa se realizan distintas compensaciones en función del porcentaje de grasa asociado a cada cuota y distintas depuraciones administrativas de las cifras.
¿La sanción repercute en el propio sector?
El dinero recaudado por este concepto va al presupuesto general europeo, por lo que indirectamente retorna al sector en forma de ayudas. En cualquier caso, esta es una de las demandas de varios estados miembros que solicitan de la Comisión: que se pongan en marcha medidas que garanticen que una hipotética multa en la última campaña con cuotas repercuta de forma directa sobre los afectados.
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