El subsecretario de Agricultura británico, Jim Paice, aseguró hoy que escuchará el reclamo de miles de productores de leche tras una protesta frente al Parlamento de Westminster en demanda de un mejor precio para ese alimento.
Procedentes de todos los puntos del país, los ganaderos llegaron a esta capital con esa exigencia ante la Cumbre Láctea, reunión de los productores con las industrias en busca de una solución para ese problema.
Los ganaderos se declararon hartos de vender la materia prima por debajo de los costos de producción y decidieron ejercer presión para que se produzca un cambio.
En tal sentido, las cinco organizaciones agrarias de Reino Unido (NFU, NFU Escocia, NFU Gales, Tenant Farmers Association (TFA) y Farmers for Action) cerraron filas para promover por primera vez la cumbre en coordinación con la protesta.
Criticaron la reducción del precio que las empresas procesadoras pagan por cada litro a los granjeros y exigieron del Gobierno la derogación de esa medida, que consideran perjudicial para el futuro del sector.
La reducción de casi cuatro peniques por litro en el precio pagado por los industriales provocará pérdidas anuales a cada campesino de hasta 50 mil libras esterlinas (unos 77 mil 660 dólares), denunciaron los lecheros.
Al justificar la reducción de sus erogaciones, los representantes del sector industrial esgrimieron la subida del costo de otros ingredientes y la necesidad de recortes como el cierre de fábricas y despidos masivos para poder mantener los mismos precios.
Pero algunos granjeros advirtieron que respaldarán una campaña nacional para derramar la leche en la calle si las autoridades no actúan de inmediato, desabastecimiento que puede coincidir con la celebración de los Juegos Olímpicos.
El subsecretario de Agricultura, por su parte, admitió en declaraciones a la BBC desconocer el precio de la materia prima de la industria láctea, y reconoció que «obviamente algo funciona mal en el mercado».
Desde la oposición, la legisladora laborista Mary Creagh, del comité de Medio Ambiente, criticó la incompetencia de Paice, quien en su opinión no tiene idea del «precio decente» que debe reclamar para la leche de los granjeros.
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