El coste de generar cada litro es un 50 % más elevado al encarecerse el mantenimiento, y un ganadero medio apenas ingresa 900 euros al mes.
El precio de la leche en Galicia se situó durante el primer trimestre del año en el entorno de los 39 céntimos, lo que supone la cuantía más elevada desde el año 2008. Aparentemente, un dato positivo. Pero esta cara también tiene su cruz: producirla sigue sin ser rentable para buena parte de las poco más de 10.000 explotaciones que continúan en activo. De hecho, dedicarse a la ganadería láctea es, actualmente, menos rentable de lo que lo era hace una década.
Si en 2004, según los resultados del programa de gestión de vacuno de leche elaborado en su día por los técnicos del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, a un ganadero gallego le costaba 24,1 céntimos producir cada litro que entregaba a la industria, en la actualidad esta cifra se eleva hasta los 36. Un 50 % más. Tanto es así que el último boletín informativo publicado por Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente apunta a que los productores gallegos deberían percibir, como mínimo, 39,5 céntimos por litro para obtener un beneficio neto en su actividad.
El estrecho margen de ganancias en el que se mueven -se calcula entre dos y cinco céntimos para las más eficientes- sigue manteniendo a la mayoría de las explotaciones gallegas en una situación delicada. Especialmente en el caso de que el precio de la materia prima vuelva a bajar o de que los costes de producción experimenten subidas significativas. Según los datos de la Red Nacional de Granjas Típicas dependiente del ministerio, un ganadero gallego con una explotación media, es decir con una producción de 200.000 kilos anuales, ni siquiera logra un sueldo neto de 900 euros mensuales.
Alimentación más cara
Detrás de estos niveles de escasa o nula rentabilidad de las granjas se encuentra el aumento de los precios -en algunos casos incluso han llegado incluso a duplicarse- de las materias primas y productos destinados a la alimentación. El más utilizado, el pienso, se ha encarecido alrededor del 40 % durante la última década, empujado por una demanda creciente de productos como el trigo, el maíz o la soja.
Actualmente, la alimentación del ganado es el concepto que más desembolso requiere para los productores. Representa más del 50 % de los costes totales de producción de un litro de leche. Este concepto apenas subía del 35 % hace escasamente diez años.
Durante este período de tiempo también ha sido significativo el encarecimiento del precio del gasoil que ha duplicado su precio, pasando de los 48,5 céntimos de 2004 a los 95 actuales. Paralelamente, el incremento de las cotizaciones del petróleo también ha tenido una repercusión importante en los precios de los fertilizantes químicos. Los más usados por los ganaderos han pasado de los 21 céntimos por kilo de hace una década a los 41 que promedian en el presente ejercicio.
Y mientras, el precio que se paga por la leche va cayendo. Los productores gallegos cobraron 36 céntimos de media por cada litro en el mes de abril, según los datos del Observatorio do Sector Lácteo de la Consellería do Medio Rural. Esta cifra es un 7?% inferior a la registrada en marzo.
Sin razones claras
Mientras que desde las industrias se apunta a que las bajadas de precios son habituales durante los meses de primavera y verano en los que la producción crece, los ganaderos creen que no existen razones objetivas que justifiquen estos recortes. De hecho, cargan con dureza contra la industria y distribución a la que acusan de ponerse de acuerdo para pactar precios y seguir utilizando la leche como producto reclamo en las superficies comerciales.
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