FERNANDO GARCÍA-ROMANILLOS.En la sesión de control al Gobierno de ayer miércoles se suscitó una cuestión, como es el precio de la leche, que recibe escasa atención parlamentaria pero de gran interés para los consumidores. Últimamente abundan las alertas sobre el desastre que se cierne sobre el sector lácteo español por un fenómeno que no se explica debidamente: la leche es el producto de la cesta de la compra que menos sube, o incluso baja.Eso es algo aparentemente beneficioso para el conjunto de los ciudadanos, pero consideran los interesados y las autoridades agroalimentarias que puede ser una bomba de relojería que, tras aniquilar la producción española, abocara a la importación casi absoluta con encarecimiento en el PVP.
El propio ministro de Agricultura y Alimentación, Arias Cañete, reconoció en el pleno del Congreso que su departamento prepara una serie de medidas para, entre otras cosas, introducir transparencia en el sector de la producción lechera. Pero reconoció las dificultades sin ofrecer un compromiso concreto ante el panorama del que se quejan los ganaderos:
– A causa de una gran subida especulativa mundial de las materias primas en años anteriores, el ganadero paga a 0,37 € el kilo de pienso pero cobra 0,28 € por litro de leche. En ambos casos hay que incrementar el IVA, pero el negocio es ruinoso. Por eso han cerrado 14.500 explotaciones en los últimos ocho años.
– Desde 2005 el precio final de la leche de marca se ha incrementado un 20%, pero el precio en origen se mantiene igual, de manera que en algunos casos el productor ha cobrado 0,33 euros por lo que el consumidor abona 0,93.
– Lo que más perjudica a los ganaderos, aparte del coste del pienso, es la proliferación de marcas blancas con un PVP inferior a 50 céntimos por litro que, dicen, utilizan las grandes superficies como producto-reclamo, vendiendo incluso a pérdidas. Esos mismos distribuidores, de capital francés mayoritariamente, no presionan tan a la baja a los ganaderos de su país.
Son tantas y tan poderosas las tensiones especulativas y comerciales en torno al mercado de la leche, cada vez con más dependencias mundiales, que el Observatorio de Precios de los Alimentos que puntualmente actualiza el Mi nisterio de Agricultura y Alimentación, no incluye este producto entre los productos alimenticios sobre los que hace un estricto seguimiento de precios.
El Gobierno no tiene capacidad para fijar el precio de la leche, una producción que, además, recibe ayudas comunitarias, pero los expertos señalan que para sacar a este sector de su gravísima situación bastaría subir en 5 céntimos el precio del litro de leche. Dado que el consumo medio en España es de 80 litros/habitante y año, la repercusión sería de algo más de 4 euros anuales por persona.
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